En la ciudad de Córdoba, Raúl Lardone emplea a 25 personas en Diesel Lider SRL, una pyme que comercializa turboalimentadores. Estas máquinas constituyen un material indispensable para la producción de motores que usan equipos del agro y vehículos de todo tipo, como camiones y embarcaciones.
“El problema es que nuestra actividad depende absolutamente de la importación”. “Hace tres semanas -desde que entró en vigencia el nuevo Sistema de Importaciones de la República Argentina (SIRA)-, que pedimos autorización para traer la mercadería sin obtener respuesta alguna”, expresó Lardone.
“Hay un tema complejo con los bancos. Quiero importar con dólares propios y el banco argumenta que la parte operativa del nuevo régimen de monitoreo para el sector bancario no está instrumentada”.
En concreto, sostiene el cúmulo de desprolijidades deriva en la imposibilidad de contar con los insumos necesarios para el funcionamiento de las empresas. “En nuestro caso, el problema escala y no solo tendremos que suspender empleados sino que surge el efecto cadena: habrá máquinas y camiones parados por la falta de turboalimentadores”, enfatizó el empresario.
En los últimos días, el presidente de la Unión Industrial Argentina (UIA), Daniel Funes de Rioja se pronunció respecto de la situación de escasez de divisas: “El Gobierno tiene que buscar soluciones a la falta de dólares porque no se puede parar a la industria”.
“Si se para a la industria, esto no se reactiva más. Si estamos pensando que nos vamos a quedar sin dólares, nos vamos a quedar sin dólares. Hay que darle los insumos a la producción para no parar el proceso productivo y el consumo”, subrayó.
El SIRA es monitoreado de manera constante la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), la Aduana; el Banco Central (BCRA) y la Secretaría de Comercio Interior. El objetivo es controlar el flujo de divisas que requiere el sector, a la vez de evitar irregularidades, “trampas” o delitos, tal como sostienen en las oficinas oficiales.
En su visita a la UIA, Sergio Massa anunció que incorporarán a ese comité a un representante del sector industrial para “resolver urgencias” ante falta de insumos clave.
En la práctica se trata de un tablero de control, con información permanente de los pedidos cargados, la cantidad de dólares requeridos, los plazos de llegada de la mercadería al país y la deuda con el Fisco de los operadores, entre otros factores.
Es un pantallazo del circuito completo de todas las importaciones argentinas que se monitorea en tiempo real y que puede desglosarse por sectores, identificar operadores, su historial como importador y otros datos de capacidad financiera. Aunque ya entró en funcionamiento, varios empresarios de pymes manifestaron su preocupación: “No tenemos certezas de nada”, concluyó Raúl Lardone.