En medio de la pandemia por coronavirus, otra vez un multimillonario reparto de fondos a las obras sociales sindicales por parte del Gobierno dejó en estado de furia a muchos de los más poderosos jefes sindicales de la CGT. Es que el listado que se conoció este jueves con los pagos que recibirá cada obra social dejan al desnudo, una vez más, que la de Hugo Moyano recibirá más fondos que las de gremios que tienen mucha mayor cantidad de afiliados.
La otra bronca es porque la distribución de fondos –en total son $ 4.000 millones -fue realizada de manera “completamente discrecional” y se “favorecieron” a obras sociales de pocos afiliados en detrimento de otras de mayor cantidad de beneficiarios.
Un ejemplo: en el listado al que accedió Clarín aparece que la Obra Social del Personal Superior de Mercedes Benz recibirá $ 24.281.387. A la obra social de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM), en cambio, le entrarán $ 25.154.100.
La diferencia entre la cantidad de afiliados de una y otra es abismal.
Al igual que había ocurrido a fines de marzo pasado, las dos obras sociales de Camioneros recibirán más dinero que las de otros sindicatos con mucha mayor cantidad de afiliados.
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A las cuentas de las dos obras sociales de Hugo Moyano la Superintendencia de Servicios de Salud le depositará casi 122 millones de pesos.
A la UATRE, que tiene más beneficiarios, 114 millones de pesos.
Hay más casos. A Construir Salud, la obra social de la UOCRA que tiene alrededor del doble de beneficiarios que Camioneros, le entrarán $ 61 millones.
A Gastronómicos, que también tiene más afiliados que Camioneros, $ 41 millones.
Hay más datos curiosos del reparto de fondos: otras obras sociales con menor cantidad de beneficiarios aparecen en el listado como destinatarias de mayores recursos que mayores.
+ Luz y Fuerza: 48 millones de pesos.
+ Capitanes de Ultramar: $ 39 millones.
+ Comisarios Navales: $ 210 millones.
+ Obra Social Acción Social de Empresarios: $ 212 millones.
La obra social que más fondos recibirá es la de Empleados de Comercio, con $ 277.165.090. Pero se trata de la mayor obra social del país, con más de 2 millón de beneficiarios.
La del cosecretario general de la CGT, Carlos Acuña -es del gremio de Estacioneros- recibirá apenas 2,8 millones de pesos.
Este jueves, apenas empezó a circular el listado de 13 páginas con los fondos que recibiría cada obra social -corrió como reguero de pólvora entre los WhatsApp de los sindicalistas-, desde la conducción de la CGT se comunicaron con Eugenio Zanarini, superintendente de Servicios de Salud y hombre del riñón del ministro Ginés González García.
Según reconstruyó Clarín, el funcionario se comprometió a mantener este viernes una videoconferencia con los jefes de la central obrera peronista y a revisar cómo se hizo el reparto de los fondos.
“Lo están favoreciendo a Moyano por el rol que está cumpliendo en la emergencia sanitaria“, se quejaron en una obra social.
En otra agregaron: “El Gobierno hace lo mismo que siempre, te quieren disciplinar con la plata de las obras sociales. Eso es lo que da más bronca”.
De la furia que tenía, el presidente de una obra social adelantó este jueves que planea presentar un recurso ante la Justicia para que la Superintendencia explique como se hizo la distribución de los fondos.
En medio de la pandemia por el coronavirus, el parate en la economía y la caída de aportes, las cuentas de las obras sociales están en rojo.
Justo cuando se había anunciado un plan oficial para auxiliar a las obras sociales, explotaron en los gremios por la resolución de la Superintendencia con el reparto de $ 4.000 millones del Fondo Solidario de Redistribución, que es a través del que se reintegra fondos a las obras sociales por tratamientos complejos y costosos que ya realizaron.
Es más, tras los zapateos que hubo el mes pasado por el reparto anterior, según fuentes gremiales habían llegado a un acuerdo para que esta vez la distribución de fondos se hiciera de manera más equilibrada y teniendo en cuenta las urgencias de cada obra social. En la CGT, por caso, alegan que las de Moyano no tienen problema porque su actividad sigue funcionando con normalidad.
