En medio de la desesperación por el ostracismo político que se le avecina al matrimonio capitalino Alfaro – Ávila, en la jornada de ayer y previo al comienzo de la veda electoral, Beatriz Ávila se mostró junto con María Eugenia Vidal con el fin de apoyar la candidatura de Germán Alfaro. Lo cierto es que ambas figuras encarnan una lamentable y vergonzosa traición a Juntos por el Cambio a causa de la actitud de ambas de ir contra el fundador del PRO.
Y es que a la ya conocida por todos historia de traición ocurrida luego de las elecciones del 2019 de parte de Beatriz Ávila, la cual estuvo propiciada por su marido, Germán Alfaro, también se suma la traición de María Eugenia Vidal a Mauricio Macri en la semana pasada con su apoyo a Rodríguez Larreta. No en vano, el dicho reza que Dios las cría y ellas se juntas. Si para muestra basta un botón, cabe repasar la traicionera historia de la senadora.
Todo comenzó cuando por medio de una publicación de Twitter el día 4 de diciembre del 2019, la mismísima Patricia Bullrich acusó a la mujer de Germán Alfaro, Beatriz Ávila, de haber elegido “las prebendas del poder de los Fernández por sobre la representación de millones de argentinos”. Es por ello que ahora la gran perdedora de las elecciones a intendenta apunta a derrotar a Bullrich.
Lo cierto es que tamaña acusación se relacionaba entonces con el hecho de que ya se conocía que, luego de la victoria en las elecciones del 2019 de parte del kirchnerismo, la diputada por Tucumán, Beatriz Ávila, había abandonado el bloque de Juntos por el Cambio para integrarse al interbloque Unidad Federal para el Desarrollo, que apoyó en la Cámara Baja las primeras medidas que impulse Alberto Fernández.
Todo esto a pesar de que su propio marido recibió una cuantiosa cantidad de dinero de las arcas nacionales, mientras Mauricio Macri estuvo en el poder, para luego desconocer a Juntos por el Cambio haciendo que su esposa, Beatriz Ávila, abandone ese espacio opositor para formar un bloque autónomo. De esa forma le pagó al PRO y a Juntos por el Cambio el matrimonio compuesto por Alfaro y Ávila.
De más está decir que al cabo de pocos días, la mujer de Germán Alfaro traicionó a todos en tiempo récord cuando Mauricio Macri cayó en desgracia y no pudo lograr su reelección. Pero eso no es todo debido a que, ni lerdo ni perezoso, Germán Alfaro se convirtió también en el primer intendente del Interior del país en abandonar Cambiemos. Pero como si esta traición política no fuera lo suficientemente grave, su mujer, Beatriz Ávila, hizo exactamente lo mismo.
Y hasta si se quiere, peor todavía, en comparación con su marido. Y es que las calles de Tucumán estaban inundadas con afiches de la cara de Beatriz Ávila. La cual estaba enmarcada dentro de Juntos por el Cambio promocionándose como candidata a diputada nacional. De hecho, los tucumanos que la votaron lo hicieron en pos de que represente a la coalición opositora en la Cámara baja del Congreso, para ponerle un freno al kirchnerismo.
Pero cuando llegó al Congreso de la mano de Cambiemos, fue la primera en abandonar el bloque opositor cuando quedó confirmado que el kirchnerismo retornaba al poder. En ese momento, referentes del macrismo salieron a cuestionar la actitud ciertamente “traidora” de la por entonces flamante diputada nacional. Justamente, este hecho fue lo que llevó a Patricia Bullrich a cuestionar en los duros términos en los que lo hizo para referirse a la mujer de Germán Alfaro.
Tal fue así, que la presidenta del PRO le exigió a Beatriz Ávila “que devuelva la banca” que había obtenido gracias a su postulación por Juntos por el Cambio. Pero quien se expresó de manera más dura y contundente fue el por entonces saliente presidente Macri, quien se refirió en duros términos a la decisión de Beatriz Ávila de romper con JxC, espacio por el que fue electa, y sumarse al interbloque Unidad Federal para el Desarrollo.
A través de las redes sociales, sostuvo que se trató de “una traición a la confianza de los votantes”. Estas críticas enfurecieron a la mujer de Alfaro porque quedaba en evidencia su alta traición política para serle funcional al kirchnerismo y envió la respuesta por las redes sociales: “La ministra Bullrich descalifica las conductas de los partidos que no supieron contener en alianzas y que no supieron manejar, porque nunca extendieron su visión más allá de la capital”.
Asimismo, Beatriz Ávila amplió diciendo que “Bullrich habla estrenando su cargo de presidenta del Pro, partido al que no pertenezco ni pertenecí. Sí, mi partido, el PJS, formó parte de una coalición como Cambiemos que no se preocupó por contener a sus aliados”. Acto seguido, agregó que “ni por bajar políticas de acción, ni por generar diálogos ni consensos. Por todo esto es que Cambiemos naufraga en un mar de indefiniciones y naderías”.
Pero era tal la furia que no se detuvo allí Beatriz Ávila, al punto de que publicó también que “siempre es más fácil esconder los errores propios criticando las acciones de los otros, pero todos sabemos que, en política, quien no puede hacer autocrítica, no puede aspirar a grandes destinos”. Como si esto fuera poco, la mujer de Germán Alfaro dedicó la respuesta más fuerte a Mauricio Macri.
“El Presidente Mauricio Macri que causó la mayor angustia traicionando la esperanza de todo el pueblo argentino y manejó a sus votantes con slogans publicitarios vacíos de contenido, hoy se preocupa por mi relación con nuestros votantes”. Pero el peso de la opinión pública, pero, sobre todo, de parte de los votantes de Juntos por el Cambio, comenzó a hacerse insostenible para Beatriz Avila.
Es por ello que hasta tuvo que salir a hablar con la prensa para intentar disuadir a todos de que ni ella ni su marido era traidores. “Nosotros no somos del PRO, de ahí viene la gran confusión. Jamás fuimos PRO, y ellos no supieron contener a los bloques provinciales” y “nosotros no nos hemos vendido”, no eran más que intentos en vano para convencer a la sociedad de que en realidad no son oportunistas.
Es por ello que cabe preguntarse entonces: ¿Cómo es posible que el PRO haya incluido al alfarismo dentro de Juntos por el Cambio después de la alta traición que cometió la pareja Alfaro – Ávila? ¿Vale todo en la política, incluso, mirar para otro lado sólo por una cuestión de sumar adhesiones? ¿Acaso no es posible que el PRO vuelva a ser traicionado por Germán Alfaro y Beatriz Ávila independientemente de cuál sea el resultado en las elecciones de este año?
Ahora Ávila optó por juntarse con Vidal a causa de que ambas llevan inscripto el gen de la traición con el único fin de tratar de ganarles a Patricia Bullrich y a Mariano Campero debido a que esto significaría el fin del alfarismo como fuerza política nefasta que azotó la capital provincial dejándola a la deriva en menos de una década de calamitosa y mediocre gestión de Germán Alfaro.
Sin embargo, las encuestas les otorgan una clara ventaja a Bullrich sobre Rodríguez Larreta y a Campero sobre Alfaro, por lo que es inevitable que tanto el intendente de San Miguel de Tucumán como su esposa pasen a cuarteles de invierno a causa de que perderán el poco poder que les quedaba luego de que tanto en las elecciones de junio como en las votaciones del domingo que viene se queden fuera de todo.
En definitiva, así como fueron los mismísimos ciudadanos los que hundieron los sueños de perpetuarse en el poder de Germán Alfaro por medio de su esposa, ahora también terminarán por hacer añicos los espurios deseos del matrimonio capitalino de alcanzar los fueros para un intendente que comienza a ser asediado por las causas judiciales que serían de inminente comienzo apenas deje en octubre su cargo.
Tanto a Ávila como a Vidal, la historia las condenará a causa de que no le gustan los traidores ni los especuladores que apuntan a vencer a sus adversarios por inescrupulosos y oscuros intereses personales. No importan los acuerdos internos sino lo que la gente elige y la gente quiere un cambio profundo y con fuerza, algo que lejos están de representar la senadora y la ex gobernadora. Nuevamente, el pueblo soberano tendrá la última palabra el próximo domingo.