El misterio del anillo de oro con una piedra de ónix que pertenecía a Carlos Saúl Menem continúa.
Ahora surgieron más elementos que comprometen a los tres enfermeros suplentes que atendieron al ex presidente durante dos semanas en su casa de Belgrano. El fiscal del caso los imputó y serán indagados en la causa por el robo de la alhaja.
Mientras tanto, la familia ofreció una recompensa a quien aporte datos para encontrarlo.
Los tres enfermeros acusados deberán comparecer entre el 26 y 27 de febrero ante la Fiscalía Nacional en lo Criminal y Correccional 42, a cargo de Carlos Arturo Velarde, en la causa caratulada hasta el momento como “averiguación de ilícito”.
El abogado Diego Storto, representante de Zulemita Menem, afirmó que hay nuevos elementos que comprometen a los acusados, como “declaraciones falsas y domicilios erróneos aportados en la investigación”.
Además, dijo que “en primera instancia no hay una calificación legal porque todavía no se tipificó el delito”, aunque aclaró que en principio sería un “hurto”.
“Si hubo una colaboración externa o entre ellos puede ser que se agrave la imputación”, añadió el letrado.
En tanto, Storto aseguró que la familia Menem ofreció una “recompensa dineraria” sin monto fijo para quien aporte datos sobre el lugar en el que se encuentra la piedra de ónix negro que pertenecía al ex presidente.
“Una vez que la persona nos diga ’el anillo está en tal lado’ vamos a tarifar el dato y la recompensa con el hallazgo del anillo”, indicó.
El robo fue denunciado el 17 de diciembre último, mientras el senador riojano se encontraba internado en el Sanatorio de los Arcos, en Palermo, y fue alertado por su hija Zulemita y su enfermero personal.
Según los voceros, el día anterior, Zulemita había solicitado a la custodia personal de su padre que fueran a su domicilio, sobre la calle Echeverría al 3500, en Belgrano, para que buscaran algunos objetos personales, entre ellos un estuche de anteojos donde el ex mandatario guardaba el anillo que solía lucir en el anular de su mano izquierda.
Al día siguiente, el enfermero de toda la vida de Menem, que volvía a trabajar luego de tomarse vacaciones, quiso entregarle los anteojos pero no los encontró, por lo que se dirigió al departamento, donde descubrió que también faltaba un celular del ex jefe de Estado.
En su denuncia, el hombre precisó que trabajaba como cuidador en el domicilio junto a otros tres enfermeros que habían sido contratados de manera temporal por la empresa Swiss Medical, la obra social prepaga que atendía a Menem, indicaron las fuentes.
El fiscal Velarde solicitó una serie de tareas investigativas a la División Robos y Hurtos de la Policía de la Ciudad para identificar a los sospechosos.
La principal hipótesis es que el anillo desapareció entre el 6 y el 16 de diciembre de la casa de Menem, donde además faltaba un celular de trabajo que solía usar el enfermero personal del ex presidente.
La Policía descubrió también que las cámaras de seguridad de la propiedad no grabaron imágenes durante los días en los que los sospechosos trabajaron.
Con los datos recogidos, el fiscal emitió algunas órdenes de allanamiento con la intención de esclarecer el robo. Hubo dos operativos en la Ciudad y uno en la Provincia, pero todos dieron resultado negativo.
Ahora, contradicciones en las declaraciones de los enfermeros y errores en los datos que proveyeron sobre sus domicilios, acrecentaron las sospechas sobre ellos. Por eso el fiscal decidió imputarlos en la causa que está caratulada como hurto.
El anillo sustraído es una pieza de oro con una piedra de ónix que no tiene mucho valor económico pero sí afectivo para la familia, ya que era una réplica exacta al que le había regalado su padre y que Menem había extraviado.
