El peso del salario estatal en el gasto total de una provincia determina la capacidad de maniobra que una gestión puede tener para, por ejemplo, destinar más fondos a obras públicas. El año pasado ha sido complicado para los gobernadores, porque 2024 arrancó con una explosión inflacionaria que terminó por erosionar el poder adquisitivo de los ingresos de los trabajadores.
Con un diagnóstico al tercer trimestre del año pasado, Politikon Chaco reveló que Tucumán se ubica en el quinto puesto en el ranking de provincias que consumen la mayor porción de las erogaciones totales en salarios de sus agentes públicos. Según la consultora, el 54% del total del presupuesto que administra el gobernador Osvaldo Jaldo se destina a pagar salarios. Más comprometida es la situación de Río Negro, en el que el mandatario Alberto Weretilneck tiene que destinar el 65,6% de los gastos a cubrir la planilla salarial de ese distrito patagónico. En la tabla de posiciones le siguen otras dos provincias del NOA, Jujuy y Salta, y San Juan. En la otra punta del ranking nacional se ubica Misiones, una jurisdicción en la que el gobernador Hugo Passalacqua sólo eroga el 34,4% en salarios.
De acuerdo con las estimaciones del Ministerio de Economía de Tucumán, en la actualidad el peso de los salarios en el gasto total descendió al 51%. Las proyecciones indican que, tras los incrementos salariales otorgados en el último tramo de 2024, la provincia destina alrededor de $ 148.000 millones mensuales para abonar las remuneraciones de los casi 100.000 agentes del sector público tucumano.
En lo referido a los ingresos, el informe de Politikon Chaco corroboró que solamente una provincia cerró el tercer trimestre del año pasado con alzas de sus recursos: Neuquén con 5,6%, un resultado apuntalado por la recaudación provincial, regalías y rentas de la propiedad. Entre las jurisdicciones restantes, Jujuy y Santa Cruz fueron las únicas con mermas de un dígito al tiempo que, en el otro extremo Catamarca, Formosa y La Rioja presentan las caídas más fuertes de los ingresos, superior al -23% en todos los casos.
A su vez, todas jurisdicciones subnacionales presentaron caída del gasto público provincial pero también con marcados desvíos en su intensidad: en Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) y Neuquén se dieron los menores ajustes del gasto (inferior al -10%) mientras que hay siete provincias donde el gasto cayó por encima de -30%, con un pico en San Luis, el distrito con el mayor ajuste del gasto (-45% interanual).
“Evaluando estos desempeños pero medidos a precios constantes del 2024, las jurisdicciones con mayor volumen de gasto (por tamaño) fueron las que presentaron las mayores perdidas de ingresos y a su vez, las mayores contracciones del gasto”, explica la consultora en el reporte al que se accedió. Por caso, las provincias de Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe y Mendoza explicaron el 53% de las pérdidas de recursos del consolidado, y el 48% de los recortes del gasto.
En este punto, se destaca que CABA es el único distrito donde el recorte del gasto público fue inferior a la caída de los ingresos, mientras que en Neuquén se ve el único caso de caída del gasto con incremento de los recursos.
En relación con los resultados fiscales, todas las jurisdicciones presentaron superávit primario, siendo los más fuertes (medidos como % de los ingresos totales) los de Jujuy (29,1%), San Juan (20,7%) y San Luis (20,5%), al tiempo que los más débiles se observaron en Catamarca (2,8%), Chaco (1,8%) y Buenos Aires (0,9%). A su vez, solo dos provincias presentaron déficit financiero: Chaco y Buenos Aires (-2,8%).