Se conoció un informe realizado por la Fundación Iniciativa de Pensamiento Colectivo (IPEC), que da cuenta de que Tucumán es la segunda provincia con mayor cantidad de homicidios. En el documento elaborado, se reveló la tasa de homicidios en el país. Se basa en datos recogidos del Sistema Nacional de Información Criminal y arribó a una serie de conclusiones como la de que nuestra provincia es la segunda en cantidad de homicidios en virtud de su población.
En este rango, Tucumán solo es superada por Santa Fe. Pero, además, el informe determinó que en nuestra provincia el asesinato se triplicó en los últimos 19 años y que a partir del año 2017, se tornó uno de los distritos más peligrosos de Argentina. Lo terrible es el hecho de que en el año 2001 la historia era completamente opuesta debido a que Tucumán era la segunda localidad con la menor tasa de homicidios, pero todo cambió con el tiempo.
Cabe preguntarse qué es lo que pasó de allí en más para haber obtenido esta realidad. La crisis social y económica que implicó el fin de la convertilidad produjo un aumento de la pobreza estructural y un incremento de la desigualdad que jamás fue saldada. Por ello, la inseguridad se volvió moneda corriente y la violencia fue creciendo exponencialmente. Al punto de que el homicidio en ocasión de robo se comenzó a volver habitual.
En paralelo, la motocicleta se fue convirtiendo en el transporte de las clases populares por su otrora precio económico y Tucumán figura entre las provincias que mayor parque automotor tiene en lo que hace a este vehículo de dos ruedas. Al mismo tiempo, no puede soslayarse la llegada del paco, una droga más parecida al veneno y con una poderosa capacidad de generar adicción, lo que vino a complicar todavía más el panorama.
Y es que muchos chicos están dispuestos a matar con tal de poder pagar la dosis que requieren. Asimismo, el narcomenudeo se convirtió en una especie de salida laboral para muchos pibes junto con sus familias comenzaron a incursionar en el mundo del tráfico de drogas y estupefacientes. Y entre los chicos pobres, los narcos encuentran a quienes están dispuestos a poner el cuerpo, sea como adictos, sea como soldaditos.
A diario se incrementa ya no solo los hechos de inseguridad, sino también, la violencia en las calles. Ayer desde este medio dimos cuenta de que un presunto ladrón fue asesinado a golpes y de siete puñaladas cuando intentó asaltar a un hombre en plena madrugada del sábado. Ayer, un cumpleaños de niños culminó en una pelea a cuchilladas que dejó como saldo trágico la muerte de un joven a manos de un propio familiar.
El propio jefe de la Unidad Regional Capital, Ricardo Fresneda, se mostró sorprendido de que se producen en Tucumán hechos cargados de una violencia inusitada. Y es que la misma fue escalando y se naturalizó por parte de las autoridades gubernamentales. Quienes dejan hacer a sus anchas a los delincuentes que saben que la Justicia, lejos de colaborar, es cómplice de haberse convertido en la puerta giratoria para que la inseguridad no cese.