A diario, la población tucumana tiene que convivir con hechos de inseguridad. Pero, sin dudas, las mujeres de esta provincia tienen que preocuparse el doble por el solo hecho de ser mujeres. Es lo que se desprende de un estudio realizado que determinó que Tucumán está entre las cuatro provincias del país que tuvieron la tasa de femicidios más alta en lo que va del año, junto con Catamarca, Salta y Misiones, es decir, el norte argentino.
Estos cuatro distritos registraron el doble de casos cada 100.000 mujeres que el promedio nacional, ya que se contabilizaron un total de 143 crímenes. Los datos del Registro Nacional de Femicidios fue confeccionado por el Observatorio Mumalá y, en la comparación con otras localidades, puede observarse que las cuatro provincias mencionadas prácticamente duplicaron la media nacional en apenas seis meses.
Pero es Tucumán la primera de las cuatro provincias indicadas que encabezó el listado con una tasa de 1,3 cada 100.000 mujeres y 11 femicidios. Luego viene Salta, con 7 casos, Misiones con 6 y Catamarca con 3 muertes cada 100.000 habitantes de sexo femenino. En lo que hace a nuestra provincia, este año se registraron algunos casos verdaderos casos conmocionantes que, incluso, tuvieron repercusión a nivel nacional.
Para muestra, basta un botón y, en ese escenario, María Alejandra Sarmiento, de 22 años, fue asesinada por el padre de sus hijas menores, Edmundo Martínez, de 55 en abril, mes donde existía plena cuarentena. Él le había asegurado que la iba a matar y fue hasta la casa en la que vivía, en Villa Mariano Moreno, la sacó por la fuerza y en la calle la apuñaló hasta la muerte, sin que nadie pudiera hacer algo por evitarlo.
El abordaje de una problemática como ésta debe ser claramente multidisciplinar. Las causas de un fenómeno terrible como el de la violencia de género es complejo y difícil de abordar. Pero la pregunta que cabe aquí es qué hace el Estado tucumano para abordar este tipo de violencia y las muertes de mujeres que implica en medio de una provincia asediada por la inseguridad diaria que afecta a toda la población en su conjunto.
¿Acaso es efectivo el dinero que se invierte en evitar la cantidad de mujeres que mueren a diario a mano de parejas actuales o pasadas? ¿Posee la provincia la infraestructura suficiente como para poder contener a las mujeres cuando sus hogares dejan de ser refugios para convertirse en verdaderas pesadillas? El Estado tucumano ya fue responsable de la muerte de la pequeña Érica a manos de sus propios abuelos, ¿Así es que controla y cuida? Una provincia tristemente célebre como Tucumán por casos resonantes como el de Marita Verón y el de Paulina Lebbos no debería mirar indiferente lo que le sucede a la mitad de su población, la cual, está constituida por mujeres. Pero, una vez más, se trata de que los funcionarios públicos estén a la altura de las circunstancias y actúen de una vez para que este flagelo no se siga cobrando más víctimas.