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TUCUMÁN LLEGANDO A LOS 71.000 CONTAGIOS

El gobierno provincial no encuentra una política sanitaria adecuada para contener el COVID-19

Rossana Chahla
Ministra de Salud de Tucumán, Rossana Chahla
Descacharreo

Tucumán se acerca a los 71.000 contagios de coronavirus, en un hecho que no hace más que poner en evidencia el fracaso de la política sanitaria implementada por el gobierno. Mientras el mandatario provincial y los funcionarios en materia de salud hacen como si nada pasara, la única verdad es la realidad y la misma indica que deberían estar preocupados por la situación que atraviesa el distrito más densamente poblado del país.

Como ya hemos señalado desde este medio, el fracaso no sólo se refleja en la enorme cantidad de personas contagiadas. También se evidencia en la cantidad de personas que lamentablemente han fallecido como consecuencia de haber contraído el mortal virus proveniente de China. Al mismo tiempo, la cantidad de personas que perdieron a un ser querido en medio de la pandemia serian también víctimas del mal manejo gubernamental.

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Pero como si no fuera lo suficientemente grave el hecho de que las personas se enfermen, mueran y dejen a sus familiares y seres queridos sin su presencia, también debe contemplarse el plano económico. En ese sentido, el daño que la implementación de la cuarentena y del aislamiento social preventivo le ocasionaron a la economía, no puede dimensionarse con simples estadísticas por mejor que puedan representar la situación.

Y es que la ruptura del aparato productivo, la afectación de cientos de emprendimientos y de pequeñas y medianas empresas, la eliminación de puestos de trabajo, la fuerte baja de los ingresos y las personas que todavía no pudieron encontrar un trabajo, son la prueba más palpable de la inoperancia, la ineficiencia, la improvisación, la subestimación y la incapacidad del gobierno de la provincia.

Negocios

El gobernador tomó la decisión de cumplir a rajatabla con las indicaciones del gobierno nacional de Alberto Fernández en materia de política sanitaria. Es por ello que las consecuencias están a la vista, teniendo en cuenta que en todo el país se agravó la crisis económica y la recesión. Sin embargo, hubieron otras provincias cuyos mandatarios decidieron no seguir a rajatabla las medidas que pregonaba el kirchnerismo.

Pero en el caso de Manzur, ni siquiera el hecho de ser médico le sirvió para proyectar otro tipo de medida que evitara que Tucumán haya estado cerca del colapso sanitario entre septiembre y octubre. Tampoco ningún integrante del oficialismo local estuvo a la altura de implementar algún plan que evitara que Tucumán tocara fondo en materia económica y se viera agravada la pobreza como podemos observar en estos días.

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Para que se consumara el desastre sanitario y económico fue determinante que el gobernador adoptara una postura pasiva frente al gobierno nacional. Es por ello que en este momento nos acercamos a los 71.000 casos de coronavirus y será cuestión de horas para que superemos esa cifra cuando todavía no se ha cumplido ni siquiera un año desde el comienzo de la pandemia. Y mientras tanto, son los ciudadanos de a pie quienes pagan las consecuencias.

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