Es un tema que preocupa a nivel mundial y en Tucumán, todavía no aparece en agenda. El cambio climático y sus consecuencias en la falta de agua potable, según el ingeniero Leandro Díaz, tendría que ser abordado decididamente por las autoridades con la ejecución de obras de infraestructura, como diques y embalses para aprovechar las lluvias estivales.
“La falta de gestión y gobernanza del agua, es el problema de Tucumán”, dijo el especialista, quien observó que la última obra de envergadura en la provincia para atender la problemática en la provisión de agua potable fue el dique El Cadillal en el año 1.966. “Con el paso del tiempo el dique ya sufrió la colmatación, la acumulación de sólidos, que le fue quitando capacidad de carga, hoy tenemos 30% menos de volumen de agua”, afirmó. Por ese motivo, consideró que es muy importante comenzar a planificar y realizar obras para reforzar y explorar para la provisión de agua potable.
Díaz apuntó que se debe aprovechar las lluvias que se registran en abundancia en la provincia en el período estival, en especial de enero a mayo, con obras de contención que le permita administrar esos recursos. “En 4 meses en Tucumán llueve el 80% de lo que se espera para todo el año, y no hay capacidad de regulación, no hay diques o embalses para captar y aprovechar esa agua de lluvia durante los períodos de sequía”, indicó.
Sequía que se viene manifestando desde hace muchos años y que es un proceso de largo plazo, donde habrá algunas precipitaciones cada vez de menor volumen. Esto debe motivar a las autoridades a realizar aquellas obras que servirán para la provisión de agua potable, como diques y embalses. Obras que en Tucumán se prometen pero no terminan de concretarse como Potrero El Clavillo y el Naranjal, entre otros.
