Los tucumanos vivían los últimos días de un año lleno de dificultades cuando desde EDET se lanzó un vergonzante comunicado dando cuenta de una serie de interminables cortes de servicio hasta incluso comenzado el 2022. En ese marco, pasó lo de siempre, a lo largo y a lo ancho de todo el territorio comenzó a cortarse la luz. Para colmo, la decisión no pudo ser más desafortunada.
Y es que el país se encuentra atravesando una ola de calor y el norte argentino en particular sufre temperaturas por encima de los 35 grados. La inconmensurable insensibilidad de EDET quedó evidenciada en toda su potencia. Pero lo más grave de todo esto es el hecho de que el Defensor del Pueblo, Eduardo Cobos, brilló por su ausencia desde que asumió, cuando debería estar más presente que nunca en estos temas.
En ese sentido, está claro que el ombudsman no hace más que evidenciar su clara inacción en este tema. Al respecto, durante el transcurso del día de ayer, la bronca comenzó a elevar la temperatura hasta superar a la del clima caliente. Es por ello que no le quedó otra a la banda de incompetentes, inoperantes e indolentes funcionarios que hacer algo y entonces recién ahora la Defensoría del Pueblo investigará si EDET incumplió el contrato de concesión.
El “invisible” ombudsman, Eduardo Cobos, no tuvo más remedio que dejar de proteger a EDET y se vio obligado por la opinión pública a tomar cartas en el asunto y envió sendos pedidos de informes a la empresa y al ente regulador. Pero cabe aclarar que no es cierto que los cortes de electricidad, por parte de la empresa en momentos en que el verano se empodera en la provincia, fueron lo que motivaron la actuación de oficio del ombudsman.
Fue la presión de la gente que se manifestó por las redes sociales y el temor de los cobardes dirigentes políticos, lo que determinaron, en efecto, que el defensor del Pueblo de la provincia se viera entre la espada y la pared e investigará si los directivos de EDET incumplieron el contrato de concesión y las obligaciones que asumieron en la última renegociación integral.
Aun así, todavía hay lugar para la hipocresía de los técnicos de la Defensoría del Pueblo, ya que dieron a conocer la información acerca de que realizarán un profundo estudio en relación a los reiterados cortes de servicio de energía eléctrica, que afectan a los usuarios de la provincia. En realidad, esto es algo que no hace falta hacer, no se trata más que de una estúpida sobreactuación, una venta de humo rancio.
Y es que está claro para el total de la población que EDET es una empresa que cobra las tarifas más altas de Argentina y no realiza inversiones. Esa es la verdadera razón de todos los males del servicio, es justamente lo que ocasiona estas situaciones, donde los tucumanos no pueden ni siquiera terminar el año en paz, sufriendo las terribles temperaturas y sufriendo a los incapaces de siempre que eligen estas fechas para dejar a la gente sin servicio.
Ni siquiera el inestimable blindaje mediático que algunos medios hacen del Defensor del Pueblo para protegerlo, lo pudo salvar esta vez. Y es que en las últimas horas de ayer dieron a conocer la información acerca de que de parte de Eduardo Cobos se iniciaba la investigación de oficio, por medio del envió de sendos pedidos de informes, tanto a las autoridades de EDET, como a las del Ente de Regulación de los Servicios Públicos de Tucumán (Ersept).
Y es que, supuestamente, con estos documentos, el ombudsman pretende interiorizarse de los trabajos realizados por la empresa -que estaban previstos en la concesión- y de los controles que se llevaron a cabo por parte del Ersept, para poder constatar y asumir las futuras acciones a seguir en beneficio de todos los usuarios de la provincia. Pero la realidad se impone y está claro que una de dos, o Cobos no conoce el manejo de EDET, o bien, pasa otra cosa.
De hecho, mucha gente cree que el ombudsman mira a otro lado y no sanciona de oficio a esta empresa porque, curiosamente, hace lo que quiere con la connivencia de Eduardo Cobos. Y esto se debería, al menos por lo que la rabia rugía en las redes sociales, a causa de que algunos “vueltos” sobrevolarían en la Defensoría del Pueblo. Esa es la sospecha más fuerte de parte de la ciudadanía, harta de EDET y de Cobos.
La realidad es que la elección Eduardo “Lalo” Cobos como Defensor del Pueblo quedará en la historia, a causa de los reales intereses que el ex legislador persigue. Y es que no se trata de un funcionario que defienda al pueblo, sino más bien defiende su propio sueldo. El cual no solo es más que bien remunerado, sino que no logra justificarse a razón de la falta de accionar al frente de la Defensoría del Pueblo.
En definitiva, hasta aquí quedó demasiado evidenciado que Eduardo Cobos se encuentra muy lejos de la posibilidad de poder ejercer de forma digna el cargo de Defensor del Pueblo. Y es que para el ex legislador sus propios intereses y el abultado sueldo que percibe son más importantes que defender a los civiles de los abusos de las empresas de servicios, como es el caso de EDET, que deja a Tucumán sin luz mientras que cobra las tarifas más caras del país.
