La historia y la espiritualidad se funden en un solo lugar en nuestra provincia: te contamos de algunos paseos para hacer turismo religioso en el Jardín de la República.
En cada rincón de Tucumán la historia se hace presente, y si de religión hablamos, la historia y esta se entrecruzan constantemente para ofrecer a quienes están de vacaciones una interesante propuesta: turismo religioso.
Desde la patrona de la provincia que resguarda el bastón de mando del mismísimo General Manuel Belgrano, hasta los múltiples lugares que alojaron a San Francisco Solano, el discípulo de San Francisco de Asis que es famoso por los milagros que se le adjudican, Tucumán es un tesoro para quienes disfrutan de sus tiempos libres siguiendo el camino de la fe.
En estas vacaciones, mientras muchos pasean por el Jardín de la República, aprovechamos en este artículo para recomendarte algunos lugares dedicados a la fe, que integran el turismo religioso de nuestra provincia.
Sin duda alguna, un sitio para admirar y soñar con la época colonial, es el Convento Magno de San Francisco e Iglesia de San Miguel Arcángel, ubicado justo frente a nuestra plaza Independencia. Si bien sus puertas permanecen cerradas por refacciones, solo admirar la fachada totalmente renovada nos trasladan a un pasado lejano, a su última restauración en manos de los franciscanos en 1884. Este templo, antiguamente había sido casa de los jesuitas. El convento que es monumento histórico nacional, se encuentra muy cercano a otros conventos muy importantes para el turismo religioso, ideales para llegar a pie.
Siguiendo por nuestra plaza independencia, en diagonal con el convento magno encontramos la catedral de Nuestra Señora de la Encarnación: se trata de la iglesia matriz de la ciudad, fundada en el siglo XVI y que se constituyó como sede del obispado de Tucumán en 1897, y en 1957 de la arquidiócesis y cabecera de la actual provincia eclesiástica de Tucumán. Su arquitectura tiene una renovación relativamente reciente (1940), pero la historia de su fundación data de 1685. En el interior se encuentran los sepulcros de varios importantes personajes de la historia tucumana como el obispo José Eusebio Colombres, Alejandro Heredia y Gregorio Araoz de Lamadrid. También en su interior hay imágenes religiosas de cientos de años, la cruz fundacional de Ibatín (primera ciudad fundada en Tucumán).
A tan solo tres cuadras de este templo, se encuentra la iglesia de la Merced. En esta iglesia, que posee un estilo neocolonial se conserva la imagen de Nuestra Señora de las Mercedes que en 1812 fue declarada Generala de los ejércitos de la patria. Se guarda también el bastón con empuñadura de oro que le ofreció Manuel Belgrano al final de la Batalla de Tucumán. Es una opción ideal para quienes aman la historia y los monumentos que la representen.
El 12 de septiembre de 1997, la Comisión Nacional de Monumentos y Lugares Históricos, declaró “lugar histórico” a la parroquia y santuario de Nuestra Señora de La Merced. Desde el 5 de agosto de 1957, el camarín de la Virgen ya había sido declarado Monumento Histórico Nacional.
Las Ruinas de Lules son otra opción que muestran el camino de la fe, ya que son el fiel testigo del paso de los misioneros jesuitas por nuestra provincia. Las mismas están formadas por una antigua capilla y un convento que fueron fundados por la Compañía de Jesús en 1670. En el lugar antiguamente además había una iglesia y convento, viviendas, molino, horno de ladrillos, carpintería (donde construían carros) y herrería (que producía herramientas) e incluso una fábrica de sombreros.
En esta estancia jesuítica se cultivó la primera caña de azúcar del Tucumán y había un trapiche para transformarla en azúcar.
Pero lo que encontramos en Lules no es el único vestigio del paso de los jesuitas en nuestra provincia. En los Valles Calchaquíes, la estancia Las Carreras permanece en la familia Frías Silva hace 9 generaciones, y produce sus propios quesos hace 300 años. Aquí es posible llegar atravesando un paisaje soñado en una zona de El Mollar (Tafí del Valle) conocida como Las Carreras. En la estancia de espera un tambo con visita guiada, un bar/restaurante y también hospedaje. Es posible imaginarse a los jesuitas viviendo en el lugar con solo visitar Las Carreras.
Algunos templos o lugares con mucha historia, o con mucha estética para visitar fuera de la capital de Tucumán, son por ejemplo, el Paseo de la Veneración en la ciudad de Famaillá, ubicado justo frente a la Ruta 38. Otro espacio es la parroquia de Nuestra Señora del Rosario de Monteros, que cuenta con un milagro de más de 300 años y documentado por el Archivo Histórico de la Provincia. Otra opción, es conocer la capilla más antigua de Tucumán, ubicada en Villa Chicligasta (Simoca), y que homenajea a la Virgen de la Candelaria. Por aquí habría pasado también Francisco Solano en 1595 misionando, supuestamente tras haber realizado el milagro del Río Hondo en Santiago del Estero.
Parroquia Nuestra Señora del Rosario (Monteros).
Capilla Villa Chicligasta.
Un lugar que debe ser una visita necesaria para los turistas de la fe, y que también marca el rumbo de Francisco Solano por Argentina, es en Trancas: el pozo del pescado. Cuenta la historia que, ante una larga sequía, los indígenas de la zona atravesaban momentos complicados en la comunidad: sin agua para ellos o los animales, con sembradíos secos. Pero cuando llegó Francisco Solano, usó un bastón para hacer brotar agua del suelo, agua que pronto se llenó de vida. Actualmente el manantial de agua está custodiado por una capilla, merenderos… se debe tocar una campana al aterrizar en el lugar, y luego buscar el milagro mojando el rostro con esta agua milagrosa.
Una Santa para visitar: en Tucumán, en la Parroquia Nuestra Señora de las Gracias, ubicada en Avenida Belgrano 2800 se encuentra una imagen y una reliquia de Santa Mama Antula, la primera santa argentina.
Por supuesto que un espacio infaltable es el Cristo Bendicente (San Javier), con su espectáculo de luz y sonido cada fin de semana. Este es uno de los destinos más elegidos para disfrutar de un día de paseo, tanto para tucumanos como para turistas.
En síntesis: otra forma de buscar destinos turísticos es posible, y sobre todo, en cada parte de una provincia cargada en historia y misticismo como lo es Tucumán. ¿Qué otro lugar recomendarías?
