Luján Julio es una emprendedora tucumana, que a falta de trabajo, decidió abrir su empresa de limpieza, que presta diferentes servicios entre los que se encuentra el trabajo doméstico del que se encargan alguna de las 12 personas que emplea.
La semana pasada, la joven de 30 años, vivió una violenta situación cuando un periodista respondió con insultos y amenazas a un reclamo justo que ella le realizó, luego de que el hombre contratara sus servicios y nunca atendiera a la trabajadora que había llamado para limpiar su domicilio.
Según cuenta Luján a eltucumano.com, Adrian (su empleada que iba a realizar el trabajo) estuvo a las 7 en la ubicación indicada. Durante dos horas y media, la trabajadora que siempre estuvo en contacto con su jefa, esperó al supuesto cliente que nunca la atendió.
“Yo tengo dos números: uno privado y uno del trabajo. Le envió desde este último un mensaje y su foto no me figuraba a lo que digo ‘no creo que me haya bloqueada’. Le escribí preguntándole si Adriana había llegado y los mensajes no le llegaban. Entonces utilizo mi número personal y ahí vi su foto, por lo que evidentemente él me había bloqueado”, agrega como detalle importante.
“Yo ahí le escribí de nuevo diciéndole que Adriana había estado desde la 7 y que hubiera tenido la delicadeza de cancelar el servicio o avisarme, no me importaba la hora, para poder decirle que no vaya y ahí me responde de esa forma”, sentencia.
Las formas a la que se refiere Luján son insultos utilizando términos despectivos como “siervas de la limpieza” y cerrando el breve intercambio de chats con una amenaza de escrache haciendo gala de su profesión como periodista. La conversación fue subida en Facebook por la joven, posteo que se volvió viral rápidamente.
“Me sentí indignada. Yo estoy cursando un embarazo de riesgo con presión. Cuando vi su mensaje me puse muy mal y por su primer mensaje: ‘si no te ubicaron, te ubico yo’… Como que era violento, cuando alguien te amenaza como si estuviera en frente tuyo y te quiere ubicar con un golpe. Lo tomé de manera muy violenta. Como si a mi en la vida no me hubiesen ubicado antes, él lo iba a hacer. No me gustó porque a mis empleadas las trato bien, hasta las acompañó”, confiesa esta emprendedora a la que aún le cuesta entender la respuesta que recibió a su reclamo.
“Es un trabajo que merece el mismo respeto que cualquier otro. Tengo pautas que quiero que se cumplan cuando las chicas van a trabajar. Quiero que se las trate bien, con respeto, que no sean despectivos y este chico excedió todos los límites. Trate con gente complicada, pero como él no”, indica.
Sobre la amenaza de “escracharla”, Luján aún no entiende los motivos de ésta: “Después del insulto, no entendí por qué se sacó de esa manera. Me hubiera pedido disculpas y ya estaba. pero después amenaza con escracharme. ¿Escracharme por qué? Si el que no cumplió con el acuerdo fuiste vos y yo te estoy recriminando un acuerdo que vos no cumpliste”, analiza.
“Esperaba que me pidiera disculpas por la forma que se dirigió hacia mí y a mis empleadas, que les dijo ‘siervas de limpieza’. Esperaba unas disculpas pero no se volvió a comunicar”, finaliza.
A continaución la conversación completa: