La brutal represión policial en Perú ya se cobró la vida de 47 personas en medio de las masivas movilizaciones en todo el país contra el nuevo Gobierno a cargo de Dina Boluarte. Y una de las jornadas más sangrientas y trágicas ocurrió el lunes en Juliaca, una ciudad mediana ubicada a 1.200 kilómetros de Lima, al sur del país: ahí murieron 17 personas por disparos con armas de fuego.
En ese dramático contexto, un sacerdote argentino, que vive y trabaja en esa ciudad, publicó un video en TikTok donde pidió la renuncia de Boluarte, la dirigente que asumió semanas atrás luego de que Pedro Castillo intentara disolver el Congreso. “Voy a pedir por la pacificación del país, pero la única manera de que eso suceda es con la renuncia de Dina Boluarte. Voy a pedir para que ella renuncie, para el adelanto de las elecciones y para una nueva Constitución, por supuesto”, lanzó Luis Bejar.
El sacerdote en cuestión, oriundo de Tafí Viejo, Tucumán, también dijo que “los grupos de poder son nefastos en el país, disgregan a la sociedad y buscan sus propios intereses”. Antes de terminar respaldó y defendió a Evo Morales, el ex presidente de Bolivia al que hace dos días le prohibieron ingresar a ese país. El líder boliviano replicó en sus redes el video y le agradeció al argentino.
Lo que Béjar no esperaba es que el video se viralice en las redes sociales y llegue a los medios de comunicación nacionales. A partir de ese entonces, contó a los medios de comunicación, se inició una campaña con agravios en su contra por parte de dirigentes políticos y los propios medios masivos. Eso decantó en un pedido de renuncia por parte del Obispado y ahora teme que lo expulsen del país.
“Ante la situación dramática me manifesté y empezaron los problemas porque la jerarquía fue por un lado (NdR: de la Iglesia, a favor de Boluarte) y yo fui, ingenuo, por el otro. En la Parroquia me pidieron la renuncia diciendo que soy extranjero y que me pueden acusar de terrorista, ahí me asusté y empecé a pedir ayuda”, dijo el religioso. En rigor, el 9 de enero pasado, Jorge Pedro Carrión Pavlich, obispo de Puno, el departamento donde queda Juliaca, le mandó una carta a Bejar.
Diciéndole que “su imprudencia está causando grave daño a la Iglesia y crece un sentimiento en contra suya, sobre todo, por ser Ud. extranjero, que lo identifican como terrorista”. Le pidió la renuncia a la Parroquia de Pucará, donde ejerce, y que se tome indefinidamente un año sabático. Un día después, Bejar le respondió con una carta en la que habló de la situación social en el pueblo y “el dolor de las familias a cuyos hijos les fueron arrebatadas sus vidas por las armas, tanto en diciembre como en el día de ayer en Juliaca, la que tiene hoy aroma a muerte”.
En ese documento se justificó. “Mi intervención tuvo la intención de ser cercano a las familias y a los derechos fundamentales del pueblo quechua y aimara, en el que vivo hace más de 25 años”. Accedió al pedido de renunciamiento y cerró con un párrafo dedicado a su situación personal legal en el país “ante la persecusión política y difamaciones que se expresan en algunos medios, y ante la posible ocurrencia de querer expulsarme”.
Uno de los medios masivos de Perú, ATV, replicó un supuesto informe confidencial de inteligencia que lo tiene a Bejar señalado como uno de los principales impulsores de las manifestaciones en la región. Quienes lo conocen a Bejar coinciden en que es un cura tercermundista que permanece hace más de dos décadas en Perú y siempre estuvo ligado al trabajo social y la ayuda de los sectores populares. En Perú su trabajo es bastante conocido.
Para ese entonces ya estaba al tanto de la situación la Nunciatura Apostólica, que hace las veces de embajada del Vaticano en el país. “La postura de ellos es que quieren sacarme de acá por defensa de mi vida. Sé que están interactuando con la Cancillería. También tengo el respaldo de muchos sacerdotes y del pueblo”, dijo el referente religioso. Desde la prensa local se consultó a fuentes de la Embajada argentina en Perú donde ratificaron que están al tanto del caso y trabajando en el tema.
Dijeron que la prioridad es garantizarle la seguridad a Bejar y que una vez que se recupere cierta normalidad en Juliaca intentarían resguardarlo fuera del país temporalmente. Además, desde el Grupo de Curas en Opción por los Pobres también dijeron estar al tanto de la situación. A la cual calificaron preocupante y anticiparon que trabajan en la elaboración de un documento con el pronunciamiento ante la situación.
Mientras tanto, es menester dar cuenta acerca de que en Juliaca sigue la tensión y las protestas, aunque en un clima de fuerte dolor y conmoción por la cantidad de víctimas fatales que hubo en los últimos días. Ayer se hizo una ceremonia de despedida y se estima que poco más de 91 mil personas salieron a las calles para participar y, de paso, seguir alzando la voz contra Dina Boluarte.