WASHINGTON.- Al menos por un día, el aeropuerto de Kabul se pareció al de Washington. Apremiado por concluir la retirada de Afganistán, el Pentágono y los aliados de Estados Unidos aceleraron el operativo de evacuación en los últimos días al punto de llegar a sacar a unas 19.000 personas en un solo día, un tráfico similar al del aeropuerto Ronald Reagan de la capital norteamericana.
La premura de Estados Unidos por poner punto final a la presencia militar en Afganistán y sacar a todos los ciudadanos occidentales y los afganos aliados del país derivó en una operación militar sin precedentes en el caótico aeropuerto de Kabul. Los aviones que salen de Kabul, en su mayoría C-17 de la Fuerza Aérea de Estados Unidos, despegan cada 39 minutos, según el último conteo del Pentágono, llevando a cientos de personas –el vuelo más abarrotado transportó a un récord de 823 afganos– a bases militares norteamericanos en la región o Europa, y otros destinos. Muchos afganos luego siguen viaje a Estados Unidos, donde los espera una nueva vida como refugiados.
Desde que los talibanes tomaron Kabul y hasta esta madrugada, Estados Unidos y sus aliados habían logrado sacar más de 82.300 personas del país, indicó la Casa Blanca, el mayor puente aéreo de la historia de Washington. Desde fines de julio, ya se evacuaron a más de 88.000 personas. El Pentágono estima que aún quedan unas 10.000 personas por evacuar en el aeropuerto de Kabul, y el secretario de Estado, Antony Blinken, dijo por primera vez que unos 1500 norteamericanos aún están en el país. Blinken prometió además que Estados Unidos ayudará a todos los afganos aliados que quieran dejar el país, aun después de completar la retirada.
“Este esfuerzo no termina el 31 de agosto. Continuará durante el tiempo que sea necesario para ayudar a sacar de Afganistán a las personas que deseen irse”, dijo Blinken en el Departamento de Estado.
El presidente, Joe Biden, se mostró ayer decidido a concluir con la retirada militar el 31 de agosto, una fecha que en Washington muchos creen que es imposible de cumplir. El Pentágono dijo que la evacuación continuará hasta último momento, pero a la vez admitió que ya ha comenzado a retirar a los soldados que custodian el aeropuerto para poder completar el repliegue en la fecha prevista.
Aun cuando Biden reafirmó su intención de salir “lo antes posible” del país, ordenó a la vez al Pentágono y al Departamento de Estado que desarrollen planes de contingencia en caso de que sea necesario estirar la operación. Pero esa decisión acarrea un riesgo: exponer a las tropas norteamericanas a un eventual ataque terrorista –una preocupación que parece muy arraigada en el gobierno norteamericano– o provocar un conflicto con los talibanes, que dieron un ultimátum al exigirle a Biden que cumpla con la fecha a la cual se comprometió.
El Pentágono indicó que los últimos días de la evacuación se le dará prioridad a las tropas y el equipo militar, un escenario que deja solo cinco días para garantizar la evacuación de los civiles que aún permanecen en el país.
El operativo de evacuación no tiene precedentes. Estados Unidos sacó a unas 7000 personas luego de la caída de Saigón a final de la guerra de Vietnam, en 1975, y al final aceptó a más de 100.000 refugiados del sudeste asiático. En 1996, Estados Unidos evacuó a unos 5000 kurdos y otros miembros de minorías iraquíes del norte de Irak luego que el presidente Saddam Hussein recuperó el control de la región. En 1999, unas 20.000 personas amenazadas por la “limpieza étnica” de Yugoslavia contra albaneses en la provincia de Kosovo también huyeron a la primera potencia global.
El gobierno de Biden estimó que hasta 65.000 afganos aliados y sus familias quieren abandonar el país.