En un verdadero hecho indignante, se conoció en el día de ayer que Amado Boudou se convirtió en uno de los beneficiados con los créditos que sorteó Alberto Fernández. El ex vicepresidente con condena firme por corrupción aparece en el listado oficial del Gobierno nacional como uno de los argentinos que recibirá un crédito para construir una casa, un hecho verdaderamente insólito por donde se lo vea.
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Aunque parece insólito, es real e indignante. El corrupto ex vicepresidente durante la gestión de Cristina Kirchner fue beneficiado con un crédito hipotecario para hacerse una casa en Quilmes. Concretamente, con uno de los que sorteó antes de ayer el propio presidente Alberto Fernández, de la línea “Casa Propia”, que consiste en la refacción y construcción de 87.000 viviendas.
Lo peor del caso de que con estos créditos se puede financiar hasta el 100% de la obra, es decir que Amado Boudou no tendrá la necesidad de generar ahorros previos y tampoco de pagar un arquitecto, ya que hay modelos de viviendas que pone a disposición el Ministerio de Obras Públicas para reducir los plazos de ejecución de la obra. En un bochorno sin precedentes, se trata de un penoso accionar que, aun así, tiene su explicación.
Y es que esta burla en la cara de los argentinos no es más ni menos que producto de la impunidad reinante en la Justicia. Esto se debe al hecho de que, en el caso de que los jueces no le hubieran permitido a Amado Boudou estar en su propia casa con prisión domiciliaria teniendo condena firme con la excusa de que tiene hijos, nada de esto hubiese pasado. Sin embargo, se trata de un preso con privilegios.
Y es que en ninguna cabeza cabe la posibilidad de que un preso masculino le permitan estar en su casa con la excusa de que tiene hijos pequeños. De hecho, miles de mujeres con hijos pequeños cumplen su condena en prisión. Pero en el caso de Amado Boudou, ya no solo la Justicia lo beneficia, también lo hace el Gobierno nacional encabezado por Alberto Fernández por medio del Ministerio de Obras Públicas.
En definitiva, se trata de un Estado benefactor, pero para los corruptos con sentencia firme como es el caso del ex vicepresidente. Mientras que desde el oficialismo aparece Alberto Fernández como si fuera Alí Babá, en la Justicia los magistrados completan con los 40 ladrones de la famosa historia. Pero esto no se trata de un cuento ni una ficción, se trata de una estafa moral a la democracia y a las instituciones en las que se apoya el Estado de Derecho.
Sin embargo, tanto el Poder Ejecutivo como el Poder Judicial hoy por hoy están ocupados por indignos representantes. Son los mismos que posibilitan que la corrupción se pasee campante por la Argentina y por medio de la impunidad, le aseguran a un corrupto probado como Amado Boudou la posibilidad de no cumplir con su pena a prisión, sino que hasta le dan dinero a 30 años con tasa cero.
