El expolicía preso Ariel Zanchetta ofreció por Telegram al diputado kirchnerista Rodolfo Tailhade los supuestos chats obtenidos de manera ilegal de los jueces, fiscales y funcionarios del gobierno porteño que viajaron a Lago Escondido, invitados por ejecutivos de Clarín. En esas conversaciones, el propio Zanchetta afirmó que recibió los supuestos chats de los jueces de parte de personal de inteligencia de la Policía de Seguridad Aeroportuaria y le pasó un link con la información. El expolicía también le envió información patrimonial de la ministra Victoria Tolosa Paz a un vocero de La Cámpora, exfuncionario de Télam y actual directivo de la AFIP, según surge de un peritaje sobre el teléfono celular del sospechoso. Luego de publicar esa información que apuntaba contra Tolosa Paz en un sitio web, Zanchetta recibió un pago de la agencia Télam, destaca el expediente.
Tailhade, que fue funcionario de la AFI durante la presidencia de Cristina Kirchner, intercambiaba mensajes con Zanchetta con información sobre jueces. Pero no respondió el chat de Zanchetta sobre los magistrados de Lago Escondido, dijeron fuentes judiciales a LA NACION. Ante la consulta de este medio, desde el entorno del diputado kirchnerista indicaron que el mensaje del expolicía –en el que le ofrecía los supuestos chats de Lago Escondido– le llegó cuando en Internet ya circulaban esas supuestas conversaciones entre magistrados y funcionarios que viajaron a Lago Escondido.
En los tribunales señalaron que en algún momento el legislador debería ser citado a prestar declaración indagatoria para explicar estos hechos, cuando se consiga la información completa del contenido de los elementos electrónicos del expolicía, sospechado de ser un agente inorgánico de la AFI. Taihlade se presentó ante el juez diciendo que está disposible para declarar.
Allanamientos
Asimismo, el juez que investiga el caso, Marcelo Martínez de Giorgi, ordenó allanar la casa y el despacho de Néstor Fabián Rodríguez, más conocido como “Conu” Rodríguez, subdirector de la AFIP, exfuncionario de la agencia de noticias Télam y uno de los voceros históricos de La Cámpora, que pidió por chat información al expolicía Zanchetta sobre la entonces flamante ministra de Desarrollo Social, Victoria Tolosa Paz, una funcionaria cercana a Alberto Fernández y resistida por el kirchnerismo. En el allanamiento secuestraron “computadoras y documentación relacionada con el espionaje a los jueces”, dijeron a LA NACION fuentes judiciales.
Con estos elementos, el fiscal Gerardo Pollicita pidió ampliar la indagatoria de Zanchetta. Dijo el fiscal que la información reunida “y los elementos digitales incautados en poder de Zanchetta evidencian que el nombrado por su cuenta o por orden o disposición de terceras personas obtuvo y reunió información personal de miles de personas –entre ellas, políticos, magistrados, funcionarios públicos, periodistas, empresarios, dirigentes sociales, deportivos y sindicales entre otros– luego la sistematizó y analizó en al menos 1196 informes de inteligencia”. Y dijo que sospecha que actuaba de manera inorgánica en la AFI al menos hacia fin de 2015.
Los chats de Lago Escondido, obtenidos de manera ilegal del celular del exministro porteño Marcelo D’Alessandro, relataban el viaje realizado en un avión privado en octubre de 2022 por jueces, funcionarios, ejecutivos de Clarín y exagentes de la AFI a la casa del millonario británico Joe Lewis. Participaron los jueces Julián Ercolini, Carlos Mahiques, Pablo Cayssials y Pablo Yadarola; el jefe de los fiscales de la Ciudad de Buenos Aires, Juan Bautista Mahiques (hijo del camarista Carlos Mahiques); el entonces ministro de Justicia y Seguridad de la Ciudad, Marcelo D’Alessandro; el empresario Tomás Reinke y el exjefe de Legales de la Secretaría de Inteligencia (SI) Leo Bergroth.
El 2 de diciembre de 2022 aparecieron los mensajes en el sitio web patagonianfacts.com y varios periodistas fueron avisados a través de Twitter por cuentas que luego desaparecieron. Al día siguiente, el juez Yadarola lo denunció y el 4 de diciembre los chats fueron publicados por el diario Tiempo Argentino y el sitio de Horacio Verbitsky El Cohete a la Luna. El grupo de chats se llamaba Los Huemules. D’Alessandro rechazó al día siguiente al publicación como un “montaje” y “una operación tragicómica del kirchnerismo”.
La investigación sobre Zanchetta comenzó cuando se buscó a las personas que tramitaron líneas de teléfonos celulares a nombre de jueces de la Corte. Se llegó así a un grupo de hackers misioneros que tenían conexión con este expolicía federal, entrenado en inteligencia, que trabajaba como periodista.
“Esa mina es el final”
El juez Martínez de Giorgi lo detuvo y analizó todos sus dipositivos electrónicos. De ellos surgen estos mensajes entre Zanchetta y Tailhade y entre Zanchetta y Fabián Rodríguez.
Zanchetta usaba un usuario de WhatsApp denominado “aaa”, asociado a la línea 236454866. Allí intercambió un chat con Fabián “Conu” Rodríguez, donde el camporista le pide información sobre el country en el que vive la ministra Tolosa Paz y el expolicía le ofrecía mandarle “la tira” –toda la información disponible– sobre la funcionaria recientemente asumida. “Eso me vendría bien”, le responde Rodríguez.
“Esta mina no toca a un pobre ni con una caña y si lo toca se lava las manos con alcohol”, escribe Zanchetta. “Esa mina es el final”, le contesta Conu Rodríguez. El camporista, que siempre coordinó la prensa de la agrupación juvenil de Máximo Kirchner en la provincia de Buenos Aires, le cuenta que ahora está en AFIP con el director Carlos Castagneto, pero que “sigue con los tema de provincia”. “Me reporto a vos” le dice entonces Zanchetta y le pide una reunión cuando viaje a Buenos Aires.
Zanchetta termina publicando una nota sobre Tolosa Paz con la información de inteligencia reunida en un sitio web llamdo Enclave y luego cobró por ello de parte de Rodríguez, con pauta publicitaria oficial, según relata el dictamen del fiscal Gerado Pollicita, donde pide avanzar sobre el exfuncionario de Télam y el espía. En la causa también están los chats donde Zanchetta le agradece a Rodríguez la atención brindada para el pago.
Del último informe de la Dajudeco surge que hay una conversación del año 2016, en la que el usuario “aaa” le pidió a una cuenta identificada como “Deleted Account” datos migratorios del ministro de la Corte Suprema Carlos Rosenkrantz, identificado con nombre y apellido, junto a una persona más.
El informe anterior de la Dajudeco individualizó en la dirección de correo electrónico [email protected] un archivo del que surgen los movimientos migratorios de Rosenkrantz entre 1992 y 2013.
Había además documentos que hacen referencia a los siguientes integrantes del Poder Judicial: Carlos Maqueda, Martín Irurzun, [Eduardo] “Freiler”, [Ariel] “Lijo”, Julián Ercolini, Rodolfo Canicoba Corral, María Eugenia Capuchetti, Marcelo Martínez Di Giorgi, Pablo Bertuzzi, Mariano Llorens, Leopoldo Bruglia, Sandra Arroyo Salgado, Julio Novo, Viviana Fein, Eduardo Taiano, Sebastián Ramos, Alberto Nisman, Miguel Aranda, “Ramos Padilla” [podría tratarse de Alejo, juez federal de La Plata, o su padre, Juan, camarista porteño], Eduardo Casal, Carlos Stornelli, Federico Villena, Franco Picardi, “Pedernera y Mastrorilli”, Rodolfo Sheehan y la Asociación AJUFE, entre otros.