Valentina García Salemi, auxiliar fiscal, aseguró que se trata de una sentencia muy importante, ya que se pudo comprobar que un exteniente coronel de Ejército, abusó sexualmente contra una soldada que estaba bajo su dependencia en el mismo lugar del Liceo; “esto se pudo comprobar y además de la condena de prisión condicional, el Tribunal declaró que el hecho constituía violencia de género y violencia institucional”.
La justicia ante la gravedad que marca lo sucedido, pidió no sólo una reparación integral económica, por el daño físico y moral, sino también “otro tipo de reparaciones que son muy importantes en estos casos porque tienden a tratar de restituir las cosas al Estado anterior al hecho”. Asimismo, agregó que “la soldada no sólo sufrió la agresión sexual del teniendo coronel”.
“Sino que fue posteriormente, luego de realizar las denuncias respectivas, el mismo Liceo y el mismo Ejército empezó una persecución laboral que terminó con la baja de la soldada y con el legajo impecable del acusado. En este sentido, esto resulta importante porque uno de los puntos de la sentencia, obliga al Ejército a revisar este acto administrativo arbitrario con perspectiva de género este acto, con miradas del reintegro de la soldada al Ejército, con su consentimiento. Esto permite poner todo en su lugar”, explicó.
En ese marco, Salemi dijo: “quiero destacar que este fallo viene a contribuir y marcar la necesidad de la perspectiva de género en todos los hechos de investigaciones de violación de los derechos humanos de las mujeres. Muchas veces las víctimas no denuncian los sucesos porque saben que no van a recibir una respuesta no discriminatoria”. Además, expresó las sensaciones que le deja la resolución de este caso.
“Estamos muy contentos con este gran aporte a la sociedad”, expresó. Y finalizando dijo: “no llegaron por el momento nuevas denuncias, habrá que ver qué sucede ahora que se dicte una condena”. En lo que hace al caso en sí mismo, de acuerdo a la acusación, el 23 de marzo de 2017 el teniente coronel Carlos Alberto Bulacio le ordenó a la soldado voluntaria FJP dirigirse a su habitación en el Casino de Oficiales del Liceo Militar.
Lo hizo con la supuesta intención de que realizara tareas de limpieza, para luego ingresar de manera sorpresiva, tomarla de la cintura desde atrás y proponerle la realización de actos sexuales. Seguidamente, y tras negarse la víctima, forcejearon y Bulacio cubrió la puerta para evitar su salida. Allí se bajó los pantalones e intentó que la víctima le tocase sus partes íntimas y le practicara sexo oral, lo que provocó que forcejearan nuevamente y que la soldado se escondiera en el baño de la habitación, encerrándose hasta que el agresor finalmente se fue.
El 21 de agosto de 2019, el Juzgado Federal N° 1 de Tucumán ordenó el procesamiento sin prisión preventiva de Bulacio como presunto autor de abuso sexual simple en grado de tentativa, en concurso ideal con abuso de autoridad. Posteriormente, la Cámara Federal de Tucumán confirmó la resolución que dispuso este procesamiento. En el requerimiento de elevación a juicio de la causa, el fiscal Carlos Brito remarcó que la conducta realizada por Bulacio implicó para la víctima un sometimiento, y también una humillación que se vio intensificada porque existía una clara relación asimétrica entre ella y el agresor sexual.
