Como todos los días, el jueves Santo Javier Edgardo Hernández (52 años) salió a trabajar a las 6, pero ese día mientras caminaba, un delincuente lo interceptó en avenida Colón al 800 y lo atacó a puñaladas para quitarle el celular. La víctima se defendió y, con la ayuda de un motociclista, evitó que le robaran el teléfono. Hernández, sin darse cuenta del daño masivo que había sufrido, siguió caminando hasta la panadería donde trabaja; ahí se desplomó y sus compañeras lo trasladaron a un hospital, donde el lunes terminó falleciendo.
“Mi hermano iba caminando y el tipo estaba sentado en el banco de la parada, Javier frenó y hablaron un momento. Aparentemente el agresor le pidió la hora, es lo que creemos porque mi hermano sacó el teléfono y en ese momento el tipo se le abalanzó”, contó S. Hernández. La mujer está aterrada y pidió que su nombre no sea publicado. Teme porque el asesino de Javier sería un vecino. “Las heridas fueron tremendas, le destruyó un riñón, le perforó el intestino, le hicieron un daño gravísimo. Le extirparon el riñón y pensamos que se recuperaría porque los médicos le decían que con uno se podía vivir, pero el cuadro se complicó porque era diabético”, agregó la mujer.
La investigación del caso, desde el lunes, pasó a manos de la Fiscalía de Homicidios I, a cargo de Ignacio López Bustos. Mientras el fiscal espera los resultados de la autopsia, continúan analizando los videos de las cámaras de seguridad de varios comercios ubicados en la cuadra, según publica La Gaceta. En uno de los videos se ve cómo fue el ataque, pero por la oscuridad hay detalles que no llegan a apreciarse. Sí se puede ver el momento clave en el que un motociclista frena para defender a la víctima; cuando el agresor huye, Hernández se levanta y se va caminando. El motociclista parece entender que el ataque no pasó a mayores y se sube a su vehículo para continuar su viaje. “Nos sorprende todo lo que caminó estando herido; no sé si fueron los nervios, la adrenalina o el shock. Incluso él decía que sólo le dieron un pinchazo, pero había sufrido tres puñaladas al menos”, contó Adriana Vega, compañera de trabajo de la víctima. El hombre recorrió más de cuatro cuadras malherido.
COLÓN AL 800. La parada donde ocurrió el hechoUna de las hipótesis es que Hernández pudo haberse detenido para hablar con el agresor porque lo conocía; pero tampoco se descarta que sólo haya respondido a un desconocido que, estando en la parada de ómnibus, le preguntó la hora.
“Necesitamos dar con el muchacho que se involucró para ayudarlo. Lamentablemente no sabemos quién es el chico. En el video no se llega a ver la patente, pero sí que el joven le empieza a pegar con el casco al ladrón y lo corre varios metros hasta hacerlo cruzar la avenida”, indicó S., que tiene la esperanza de que esa persona pueda ayudarlos a identificar al asesino. “Estoy eternamente agradecida con este chico que se solidarizó y se involucró, con el valor que implica hacer eso hoy en día, ¿quién se mete cuando ve algo así? Ojalá este mensaje de agradecimiento le llegue, ojalá vea esto y nos ayude a identificar al agresor, porque es el testigo clave, el único que puede ayudarnos”, resaltó.
De manera colateral, la epidemia del dengue jugó un rol que propició este crimen.
Según contó su hermana, Hernández habitualmente trabajaba en la casa central de la panificación, en barrio Floresta, a pocas cuadras de donde vivía la víctima. Eso cambió cuando la epidemia de dengue causó estragos y varios empleados de la firma cayeron enfermos. Por esa razón al hombre de 52 años le tocó relevar a una compañera en el local de Pellegrini y avenida Roca. Hernández se movilizaba a pie a todas partes.
En la cuadra de Colón al 800 algunos ya ni recordaban el caso y se sorprendieron al saber que el herido había fallecido. Otros sí se enteraron de la noticia y lamentaron lo ocurrido. “Nunca pasó algo tan grave, pero todos los días los adictos les roban a los conductores. En días de semana se hace una fila de autos en el semáforo, los tipos pasan caminando y arrebatan celulares”, indicó el vecino Sebastián Rivero.
“Esta cuadra es tierra de ‘piperos’, lamentablemente los vecinos convivimos con eso, se esconden en el pasaje García y esperan para robar en la parada y en el semáforo”, detalló Juan José Páez, comerciante del barrio. “Después de asaltarte corren hacia ‘El Triángulo’, es insólito que nunca haya un policía acá”, concluyó.
“Era buen compañero, todos lo querían. Hasta hoy siguen preguntando por él los clientes y hoy lamentablemente les dimos la peor noticia, nadie puede creer lo que pasó”, con esas palabras, Adriana Vega recordó a Javier Edgardo Hernández, su compañero de trabajo que fue asesinado de una puñalada en un intento de asalto. “Era muy solidario, a veces quedaban tortillas o pan sin vender y él tenía la libertad de darles a las personas necesitadas, le permitían tener ese gesto. Fue una excelente persona. Trabajó aquí muchos años”, agregó.
Murió un hombre que fue apuñalado por un asaltante
La hermana del hombre de 52 años dijo: “Javier era alegre, tenía muchas ganas de vivir. No fue padre, pero quiso a sus sobrinos como a hijos. Era muy amiguero; todavía nos sorprende la cantidad de amigos que nos están llamando y no pueden creer lo que pasó”. Y añadió: “Era un laburante, madrugaba todos los días, porque la panadería arranca temprano. Se iba caminando a todas partes, esa era su rutina”.