Un joven encontró una billetera y la devolvió, un gesto de esos que, en una sociedad bastante revuelta, emocionan y hasta hacen aparecer la ya trillada frase “no todo está perdido”. Los jóvenes de hoy, demuestran con altura grandes valores que se encuentran alejados la comunidad.
En ese marco, la Escuela Técnica de Monteros, decidió reconocer y distinguir a Fabricio Ezequiel Visuara, el joven alumno de 4° año de Informática, que devolvió algo que no era suyo. Ezequiel, como lo llaman todos, habló con la prensa y aprovechó la ocasión para comentar el hecho que se terminó volviendo viral.
“Yo salí de la escuela e iba camino a la terminal para volver a Simoca, donde vivo, pero al final con mis amigos, Valentín Tejerina y Álvaro Coronel, decidimos comprar algo para comer y viajar en el colectivo siguiente”, comienza detallando el alumno, y agrega; “Compramos en los puestos de comidas del Parque 28 de Agosto, luego caminamos hacia la terminal y en la esquina, vi la billetera tirada debajo de un banco”, dijo.
Tras eso, Visuara fue directamente a levantarla y les mostró a sus amigos. “No sabíamos qué hacer, esperamos un rato para ver si aparecía el dueño, pero nada, y tampoco sabíamos a quién dejarla, es ahí cuando nos acordamos que estaba la sede de Gendarmería cerca y hasta ahí fuimos”.
En la fuerza nacional, los alumnos explicaron los motivos de su llegada, los hicieron pasar a una oficina y junto a los uniformados abrieron la billetera, que tenía $13.000 en efectivos y otras documentaciones, entre ellos el DNI. “Mis amigos salieron a rastrear al hombre, que ya habíamos visto que era grande y cuando ellos estaban llegando del recorrido de búsqueda, encontraron al señor”, dice.
“Nosotros nunca pensamos en quedarnos con lo que no era nuestro, nos salió natural, y fuimos, cuando le dimos, el señor nos dios dinero en efectivo y además nos compró una gaseosa para los tres”, dice. Ese gesto de alto valor ético y moral, le valió a Fabricio un reconocimiento, primero por Gendarmería Nacional, cuyo jefe del “Escuadrón Monteros” el Subalférez Nicolás Ferreira, envió una carta de distinción a la escuela.
Y luego en el mismo establecimiento, donde los directivos le entregaron un certificado delante de todo el alumnado en medio del acto por el 9 Julio. Por último, fue tanta la repercusión del hecho que un usuario de Instagram que se enteró de la historia, le obsequió una guitarra realizada con retazos de hierros. Ezequiel, Valentín y Álvaro, se ganaron el reconocimiento y el aplauso de todos los tucumanos.
