La alocada huida en la que lesionó a un efectivo de la fuerza nacional, parece jugarle en contra al prófugo apodado “Nechu”, cuya detención procuraba anoche Gendarmería Nacional, por considerarlo eslabón vital en el submundo de las drogas.
Se trata de un individuo al que la fiscal Aída Farrán Serlé, en la vecina provincia de Santiago del Estero, tiene entre ceja y ceja, ya que su nombre sería una constante en varias bocas de expendio de drogas.
La Fiscalía supo descubrirlo, al desactivarse varios quiosquitos del Bº Sarmiento, en enero pasado.
Cuando la policía golpeó en su casa del Bº Jerarquizado Municipal, “Nechu” había logrado burlar el cerco de los investigadores.
Desapareció del mapa capitalino y buscó refugio en Sumampa, donde rearmó su estructura.
Sin anunciarse
Tal vez pensó que la Justicia lo había olvidado, pero ni bien retornó a la capital activó las alarmas.
Habría comprado una casa en el Bº San Germés y anteayer, sin anunciarse, le cayeron los gendarmes.
En su alocada escapatoria se llevó por delante a un gendarme que terminó herido y la situación del delincuente se tornó más complicada.
Ahora, desde la clandestinidad, habría empezado a “negociar” con la Justicia a través de un abogado.
Como aún no cree ver garantías, o algo que vaya a ganar, anoche resistía su entrega, se supo.
Una de las condiciones que habría intentado imponer sería que fuera puesto a disposición de Drogas Peligrosas y no de Gendarmería.
Desde la fiscal Farrán Serlé el mensaje habría sido, más o menos, “primero que nada, que se entregue”.
Entre esos extremos el abogado procuraba achicar distancias, inclinándose por la línea de la fiscal.
Mientras, con “Nechu” meditándolo, rige la captura nacional e internacional y las fotos del prófugo parecen empapelar las comisarías y los controles de rutas.
“Preso” del miedo
El individuo sabe que ni bien se asome a la calle, habrá esposas esperándolo. Está siendo buscado por cielo y tierra.
En caso de que algún amigo del bajo mundo cayera en la tentación de tenderle una mano, sabe que se arriesga a redadas de Gendarmería, por lo que esa posibilidad aparece bastante lejana.
Como todos los “aguantaderos” ya están fichados, en Capital y Banda, nadie quiere ser arrastrado por “Nechu” en su debacle.