Fabián Rubino, notero de Desayuno Americano (América, a las 10.30) compró droga en vivo en un búnker narco y dejó sin palabras a Pamela David, conductora del programa.
El movilero se había acercado hasta allí con la idea de mostrar en cámara un domicilio denunciado por los vecinos del barrio de Once por venta de estupefacientes.
Al salir al aire, pasadas las 11 de la mañana, Rubino estaba hablando sobre el caso hasta que en un momento, indignado al ver a un menor de edad retirarse de allí tras aparentemente obtener droga, decidió entrar al lugar e intentar ver si él mismo podía comprar algún tipo de estupefaciente. Y lo logró.
“Voy a ver si se puede comprar”, le avisó el notero a sus compañeros del piso, y luego de pedirle al camarógrafo que lo acompañaba que apagara las luces, entró por una pequeña puerta hacia el interior de la vivienda.
En ese momento, Rubino le habló a una persona que se encontraba adentro del búnker preguntándole si podía comprar, esta le contestó que sí, y ante la consulta de cuánto valía la mercadería, la respuesta llegó de inmediato del otro lado de la puerta: “Mil quinientos”.
Así fue como el periodista le entregó a esa persona el dinero y obtuvo un diminuto envoltorio con lo que parecería ser droga. “Yo no puedo creer lo que acaba de pasar. No lo puedo creer. No salgo de mi asombro”, repitió Pamela, estupefacta.
“Mas allá de lo llamativo, ya tiene que intervenir un fiscal, más allá de la Policía. Esto es para un fiscal”, opinó al aire Paulo Vilouta. “Me mató el chiquito que salió de ahí, era un menor de edad… la verdad es que acá corremos riesgo todos. El corazón me palpita y no me para de latir. Pasé un momento totalmente a full y pusimos en riesgos nuestras vidas”, expresó Rubino.
La llegada de la Policía y la aprehensión de un joven
Acto seguido, Christian Poletti, abogado penalista, llamó desde el estudio de Desayuno Americano a la Policía para denunciar el hecho que tuvo lugar en la calle Sarmiento y Jean Jaures. Y, minutos más tarde, un patrullero se hizo presente.
Tres efectivos de la Policía de la Ciudad se acercaron al móvil y mientras Rubino les explicaba lo ocurrido, una persona salió de ese domicilio. Segundos más tarde, ese individuo fue requisado por los oficiales.
En medio de esa situación por demás desesperante, Gloria, una representante de la ONG que acompañó a Rubino hasta ese lugar, explicó que esta no era la primera vez que los vecinos denunciaban la comercialización de estupefacientes en dicha vivienda.
Además, luego de hablar con uno de los policías, la mujer contó que el joven que había sido aprehendido no tenía en su poder ningún envoltorio o paquete de dudosa procedencia.
Minutos antes de las 11.30 otro patrullero se hizo presente. Y mientras la transmisión avanzaba Rubino reconocía ante las cámaras: “Tengo miedo de lo que pueda llegar a pasar pero alguien lo tenía que hacer y lo mostramos”.
Los detalles de la investigación
“Sigo recibiendo información de la fiscalía especializada que me dice que ese domicilio tuvo cuatro allanamientos, que hay procesados, no detenidos, que vivían allí, por el delito de comercialización de estupefacientes”, informó el periodista Gustavo Grabia.
Y agregó: “Me dicen que quisieron tapiar y clausurarlo pero como es un conventillo en donde viven muchas familias que no tienen nada que ver con eso, no lo pueden hacer”.
Lo cierto es que al final de la transmisión uno de los oficiales dijo ante las cámaras que se había dispuesto “el secuestro del estupefaciente, la declaración de Rubino y la pericia”.