En la medida en que avanza la investigación, se conocen detalles de la fuga de seis detenidos que huyeron de la Comisaría Quinta el sábado 10 de julio por la noche, mientras se jugaba la final de la Copa América.
Algunos datos que fueron aportados por los propios evadidos, una vez que fueron recapturados, comprometen a los policías que debían vigilar el lugar y las condiciones en que pasaban sus días en el arresto.
Es el caso de Miguel Antonio Fernández, de 41 años, quien al momento de declarar ante el juez Rafael Macoritto tras ser recapturado, reveló que estaba “empastillado” cuando escapó por los techos de la comisaría.
Luego de su declaración, trascendió también que la fuga comenzó a gestarse el 7 de julio, cuando un sujeto conocido como “Jatib”, trepó por los techos de las casas vecinas y llegó hasta el patio por el que se produjo la huída.
El cómplice, que conocía el camino porque había pasado un tiempo alojado en ese mismo arresto, les alcanzó a los detenidos una hoja de sierra envuelta en un trapo, que fue usada para abrirse camino a la libertad.
Fernández, quien fue detenido en primera instancia por un robo simple, contó también como fueron las horas previas al escape, revelando que las pastillas con las que se drogó ese día llegaron en la comida, que debía ser requisada por los policías.
Según su relato, se habría fugado después de los otros cinco, cuando los uniformados se percataron de su ausencia y salieron a buscarlos, tras lo cual deambuló por las inmediaciones de su casa, sin animarse a llegar por ahí.
Terminó refugiado en la casa de un amigo, donde pasaba la noche, mientras que durante el día se dedicaba a lavar autos en los puestos ubicados sobre la avenida Papa Francisco.
Aún resta apresar a Marcos Nicolás Díaz (37); Ismael Isaías Cazorla (25), que tiene numerosos antecedentes por robo agravado; y Luciano “Muñeca” Fernández (23), que fue condenado en diciembre pasado por un homicidio.