Efectivos policiales de la comisaría de Amaicha del Valle salvaron a una beba recién nacida en medio de la montaña, y lograron trasladarla a tiempo al CAPS junto a su mamá. La pequeñita corría riesgos de morir de hipotermia.
Los recatistas fueron el Oficial Eduardo Guanco Bazán de El Mollar; el Cabo Franco Correa, de Amaicha; y los agentes Matías Salazar de Quilmes, Daniel Gutiérrez de Tafí del Valle, Lourdes Romano y Verónica Cruz de Tafí del Valle.
La historia
Lourdes y Verónica forman parte de la fuerza policial desde hace cuatro meses y era la primera vez que les tocaba afrontar una situación como esta. Minutos antes de enterarse del hecho, había ocurrido un accidente que hizo que muchos recursos estén ocupados en auxiliar a los heridos del siniestro.
“Cerca de las 18.30 estábamos en la comisaría tomando los datos del accidente cuando llegó una enfermera del CAPS de la localidad y nos pidió ayuda porque una mujer había tenido un bebé en el paraje El Remate de Los Zazos, pero no tenían recursos para acceder a su vivienda”, explicó una de las agentes.
Inmediatamente solicitaron el móvil que estaba en el lugar del accidente para trasladarse a la vivienda de la mujer de 25 años que dio a luz, porque no había personal en el CAPS y no estaba la ambulancia porque había asistido a la víctima del accidente.
“Al llegar al lugar tuvimos que dejar el móvil sobre la ruta debido al mal estado del camino y subimos aproximadamente un kilómetro a pie, por un terreno muy poco transitable”, detalló.
Las agentes, junto a sus compañeros, subieron a toda velocidad para poder auxiliar a la familia por un camino lleno de piedras, ramas y barro debido a una tormenta muy fuerte que azotó la zona el día anterior y que había destrozado todo.
En la vivienda, la madre se encontraba acostada en una cama mientras que la bebé estaba en otra y las empleadas policiales descubrieron que el bebé tenía muy baja temperatura. “Gracias a los cursos que tuvimos en la Escuela de Policía y la constante capacitación con el 107 que tenemos en la Comisaría para este tipo de situaciones, supimos cómo actuar”, destacó.
“Habían cortado el cordón umbilical pero la temperatura del niño era muy baja por lo que sabíamos que teníamos que llevarlo cuanto antes al CAPS así que la mujer fue puesta en una camilla y regresamos a través del camino lo más rápido posible para lo difícil de transitar que era”, explicó una de las heroínas.
Al notar que la pequeña estaba a punto de sufrir una hipotermia, una de las policías decidió darle calor humano, por lo que se quitó la parte de arriba de su uniforme y lo abrigo en su pecho envolviéndolo con mantas.
“Yo soy mamá de un niño de siete años así que sabía que la temperatura de la bebé no era normal, y como no había llorado en ningún momento nos preocupaba. Cuando la sostuve cerca para darle calor, levantó un poco de temperatura, tomó color en la piel, le hicimos fricción en la espalda y comenzó a estornudar, lo que nos tranquilizó”; explicó la agente que la abrazó.
[su_note note_color=”#0A8C06″ text_color=”#ffffff” radius=”10″ class=””]“Hoy estamos muy felices por la nena de 2,6 kg, es muy linda y está a salvo. Nos llena el corazón de orgullo saber que está bien y que gracias a Dios está con vida tras la rápida respuesta que se brindó”, destacaron las agentes.[/su_note]
Por su parte, el Oficial Sub-Ayudante Eduardo Guanco Bazán contó que él se encontraba con el móvil policial en el lugar del accidente cuando fue llamado para trasladar a sus compañeras y auxiliar a la recién nacida y su mamá. “Atravesamos un camino bastante inhóspito, que no se podía transitar normalmente, pero la adrenalina que nos generaba el no saber en qué estado se encontraban nos hizo llegar muy rápido para brindarles los primeros auxilios.
Mientras las mujeres policías atendían al bebé, los efectivos trasladaron a la mujer en una camilla a través de piedras y ramas procurando que llegue sana y salva al móvil. “La mujer estaba nerviosa, en shock tras el parto, por lo que nosotros le hablábamos para tranquilizarla diciéndole que personal médico la iba a atender a la brevedad”, detalló Guanco.
Y así fue: “cuando llegamos al CAPS ya nos esperaban médicos y enfermeros. Después madre e hija fueron trasladadas al Hospital de Cafayate para una observación más minuciosa de su estado pero ambas se encuentran bien”, informó el oficial.
Guanco lleva muchos años en la fuerza y esta es la primera vez que le toca afrontar una situación así, por lo que resaltó la formación recibida, que lo hizo sentirse seguro para afrontar los momentos de tensión que vivieron. “Es la primera vez y todo lo que aprendimos en la escuela sobre poder trasladar a personas en lugares así de difíciles nos sirvió mucho”, expresó.
Por su parte, Salazar y Gutiérrez llevan apenas cuatro meses en la fuerza, al igual que sus compañeras mujeres. “Sentía nervios y adrenalina, pero lo que teníamos en claro era que teníamos que salvarlas a la bebe y a la mamá”, señaló Matías Salazar. “Definitivamente una cosa es capacitarse y otra vivirla, pero las enseñanzas nos sirvieron mucho”, cerró.