La Municipalidad de San Miguel de Tucumán le puso fecha a la reinauguración a la plaza Independencia. Y no, no será dentro de diez años, como señala una ingeniosa canción, las obras de renovación y revalorización del corazón de la capital tucumana estarían culminadas a mediados del próximo mes de junio, según confirmó el secretario de Gobierno municipal, Rodolfo Ocaranza.
Sin embargo, habrá que ver para creer, debido a que más que remodelar la plaza Independencia, pareciera que se encuentran construyendo la muralla china por la demora de las obras. Fiel a su estilo de buscar excusas por todos lados y no hacerse cargo nunca, desde la gestión de Germán Alfaro aseguraron que “la plaza independencia está dentro de los plazos establecidos”, debido a que “no implica sólo el exterior sino también obras integrales”.
Cabe recordar que las obras de remodelación de la plaza comenzaron el 2 de diciembre del año 2019, es decir, este es el segundo año en el cual se continúa con las remodelaciones luego de que durante todo el 2020 el paseo público tuviera un aspecto más representativo de una zona bombardeada que el de una plaza. La Intendencia de Alfaro se excusó diciendo que se vieron condicionados por la pandemia de Coronavirus.
La inversión inicial estaba prevista de unos $198 millones y financiada por el Banco Interamericano de Desarrollo. Sin embargo, esos números se escaparon de lo presupuestado en un primer momento, pero nadie sabe con seguridad de cuánto se tratará el valor final de semejante inversión, no tanto por lo que allí se está realizando, sino a causa del tiempo de demora que las obran llevan.
La pretensión del intendente es la de realizar un acto para sacar rédito político aunque nadie sabe a ciencia cierta si llegarán a tiempo en lo que hace a terminar las obras en la plaza Independencia. La idea del intendente es que justo para el 9 de julio, fecha patria por excelencia en la que se conmemora la declaración de la independencia en Tucumán, sea el momento en el que por fin se inaugura este tradicional paseo.
Pero habrá que ver para creer, “empezamos en diciembre y en marzo empezó la pandemia. Eso nos demoró mucho hasta agosto cuando tuvimos un piso de contagios alto. El personal se contagió, costaba trasladar los materiales”, dijo ahora Alfredo Toscano, secretario de Obras Públicas, tratando de deslindar responsabilidades a la ineficiente gestión de Germán Alfaro que no se hace cargo de sus errores.
Pero como si eso fuera poco, el funcionario municipal mencionó también los inconvenientes que atravesaron. “Nos encontramos con el tranvía, las vías, ahora con los cimientos del ex cabildo. Nos pasó que poniendo la luminaria que 50 centímetros abajo había una calle. Son imprevistos de obra que sabíamos que podían pasar y nos cambió el ritmo de la obra”. Son hechos que le vinieron bien al alfarismo para disimular su falta de efectividad.
