Dos hombres oriundos del sur de la provincia están siendo investigados por un caso de abuso sexual en contra de una joven perpetrado en un barrio privado de Yerba Buena. El ataque se produjo después de una fiesta que se desarrolló en un club de rugby de esa ciudad, según determinaron los investigadores. La víctima, según consta en el expediente, estaba en esa reunión cuando se comunicó con uno de los acusados, que es compañero de estudio en la facultad.
Acordaron que él, después de terminar el encuentro de fútbol del que participa en el club Las Cañas, pasaría a buscarla. El joven cumplió con su palabra y llegó, acompañado por su hermano, al lugar donde estaba ella. Ahí acordaron que tomarían un taxi, la dejarían en su casa y luego se irían al departamento de Barrio Norte donde residen transitoriamente. Los tres se dirigieron hasta el domicilio de la chica que está ubicado en un barrio privado.
“Como a la 1.30 me bajé del auto y ellos lo hicieron detrás de mí. Les pregunté qué pasaba y me dijeron que se quedarían un rato más porque era temprano. Los hice pasar porque uno de ellos lo conocía desde hace cinco años”, declaró. Luego añadió: “les pedí que se quedaran en la planta baja hasta que me pusiera ropa más cómoda, por lo que me dirigí a la habitación. Mientras estaba cambiándome, apareció uno primero y el otro después. A la fuerza, abusaron de mí”.
“En todo momento intenté defenderme y les decía que paren, pero no lo logré. Cuando pude agarrar mi celular llamé a una amiga para que me auxiliara. Ella llegó con su novio y los corrieron a los dos. Luego de recuperarme, hice la denuncia en la Policía”, finalizó. La fiscala Alejandra Navarro tomó el caso y ordenó medidas. Hasta aquí, según trascendió, cuenta con los resultados de las pericias que indican que la víctima no estaba alcoholizada ni drogada cuando sucedió el ataque y presentaba secuelas de haber sufrido lesiones.
Hasta el momento la joven no declaró, ya que sufrió una crisis de nervios cuando estaba por ser entrevistada en cámara Gesell y esperan que esté en condiciones para hacerlo. “Nos encontramos ante un delito aberrante. Aparte de haberla atacado sexualmente, también abusaron de su confianza y de la relación de amistad porque quienes ingresaron en su domicilio, no eran personas desconocidos”, explicó Ernesto García Biagosch que asumió la querella.
“Además se debe destacar la condición de vulnerabilidad de la víctima por su condición de mujer y porque los autores actuaron sobre seguro. Sabían que ella quedaría sola ya que sus padres no estaban en su casa”, añadió. García Biagosch opinó que el caso es grave: “hubo una pluralidad de autores lo que disminuyó significativamente la capacidad de defensa de la víctima, lo que le impidió tener una adecuada reacción contra la agresión sexual”.