La afición de la oposición tucumana por vender humo y llevar agua para su propio molino no es algo que sea noticia. Sin embargo, teniendo en cuenta la gravísima situación institucional que atraviesa Tucumán luego de que un integrante de la Legislatura provincial, Jorge Yapura Astorga, intentara llevar a cabo un golpe institucional en contra de la Justicia atacando a la Corte Suprema, hace que el accionar de la oposición local sea todavía más lamentable.
En ese sentido, uno de los que utilizó la aceptación de la renuncia del ahora ex juez Francisco Pisa para jugar para la tribuna fue justamente un compañero de bancada de Yapura Astorga. Se trata del legislador provincial que responde al intendente Germán Alfaro, Raúl Albarracín, quien apuntó contra el gobernador Juan Manzur. En esa línea, dijo que se trata de “un pésimo mensaje que atenta contra la institucionalidad de Tucumán, ya inmersa en una crisis preocupante”.
¿Acaso se tratará de una broma de parte de Albarracín? Y es que hablar de un atentado contra la institucionalidad de Tucumán y de una crisis preocupante, sin hacer ni la más mínima mención al escandaloso intento de golpe institucional de Yapura Astorga resulta directamente una hipocresía y una canallada. Y es que claramente pesa más la defensa corporativa para con su colega de banca legislativa.
Pero Albarracín no está solo en lo que podría considerarse una inédita defensa indirecta hacia Yapura Astorga por medio del silencio ante lo que el ex intendente de Tafí del Valle intentó. Otro que se sumó a las críticas contra la decisión de aceptar la renuncia al ex juez pisa fue el intendente de Yerba Buena, Mariano Campero, quien además trazó un parangón entre este caso y el de Enrique Pedicone.
“Un juez es destituido por denunciar la cúspide del Poder Judicial y a otro, que mantuvo al asesino de Paola Tacacho libre, se le concede una jubilación de privilegio. Esa impunidad debemos cambiar”, publicó en las redes sociales, quien agregó que “a Pedicone lo ha decapitado el oficialismo”. Es por ello que cabe preguntarse: ¿No es una vergüenza llamar a acabar con la impunidad y no decir ni hacer nada respecto de la situación de Yapura Astorga?
Por su parte, Silvia Elías de Pérez, senadora radical, aseguró que “la jubilación anticipada concedida a Juan Francisco Pisa por el gobernador Juan Manzur es una devolución de favores para un juez que le aseguró impunidad al poder durante dos décadas”. Pero, ¿Acaso la congresista con su silencio cómplice para con Yapura Astorga no estaría incurriendo en asegurarle la impunidad también?
Mientras tanto, su correligionario, José Cano, dijo que “quizá nunca antes una aceptación de renuncia ha tenido tanto contenido simbólico con mensajes indisimulables para la institucionalidad de la provincia. Tratamiento de amigo y enemigo: Pisa y Enrique Pedicone”. La hipocresía nuevamente se hace presente debido a que es gracias a su silencio que lo de Yapura Astorga permite que se envíe un mensaje claro acerca de la falta de institucionalidad.
Nadima Pecci, legisladora de Fuerza Republicana, cuyo líder es Ricardo Bussi, preguntó si “¿Será que Pisa guarda muchos secretos bajo siete llaves? ¿Será que si abre la boca se cae el Gobierno? No podemos permitir que quienes no cumplen con su deber, lejos de ser castigados, sean recompensados con abultadas jubilaciones de privilegio”. Pero, ¿Acaso su espacio político no beneficia de la misma manera a Yapura Astorga al no decir nada sobre él?
Federico Masso, legislador provincial de Libres del sur expresó que “grandes deudas debe tener el poder político con el juzgado del juez Pisa para que el gobernador Manzur acepte la renuncia del magistrado”. Pues pareciera que los representantes del pueblo en la Cámara legislativa también tendrían deudas para con Yapura Astorga para no haber iniciado un juicio político en su contra luego de que la Corte Suprema oficializara el juicio oral y público al que debe someterse acusado por corrupción.
Alberto Colombres Garmendia, dirigente del Pro, dijo que “este accionar por parte del Ejecutivo es el corolario del vergonzoso y fétido camino de impunidad que el oficialismo tucumano ha trazado para destruir cualquier vestigio de institucionalidad que pueda llegar a quedar en pie en la provincia”. ¿Acaso sus dichos no podrían aplicarse también al caso de Yapura Astorga? ¿Entonces, por qué jamás dijo nada respecto del accionar del ex intendente de Tafí del Valle?
Como puede observarse, para criticar a los demás y venderle espejitos de colores a la sociedad, los supuestos “opositores” tucumanos están a la orden del día, pero para actuar hacia adentro nada. No importa el color político que tengan, absolutamente ningún referente opositor en nuestra provincia dijo nada acerca de la repudiable conducta de Yapura Astorga. ¿Acaso la defensa corporativa que hacen vale más que la institucionalidad que reclaman para otros casos?