Otra vez el apellido Caro aparece vinculado a un escruche de proporciones de los varios que, ocurridos recientemente en la zona céntrica, conmocionaron a Tucumán.
Esta vez se trata de los allanamientos en oficinas de un edificio ubicado en la calle San Martín al 900, crimen perpetrado el pasado miércoles a la madrugada.
Un informante le dijo a la Policía que detrás del asalto estaba un tal “Bachi”, recientemente condenado por otro delito contra la propiedad, vinculado con el grupo de los hermanos Caro.
El dato le permitió a los investigadores obtener la venia del fiscal Pedro Gallo para realizar allanamientos en domicilios de Villa Carmela, Villa Luján y la ampliación del barrio Kennedy.
No sólo recuperaron $ 858.280 del botín obtenido, sino que además encaminaron la pesquisa tras los pasos de “Bachi” y sus cinco cómplices, dos tucumanos y tres cordobeses.
La “batida” habría estado relacionada con las actitudes de los Caro, que vienen ganando enemigos en el mundo del hampa tucumano.
Según trascendió, el festejo callejero que se difundió cuando salieron libres por el robo a las joyerías del centro habría sido uno de los motivos.
El otro, la convicción entre sus enojados “colegas” de que los Caro delatan sus andanzas para despejar el teatro de operaciones a sus amigos cordobeses.