El escándalo que estalló en Juan Bautista Alberdi, tras la viralización de un audio que compromete a ex funcionarios municipales, expuso mucho más que presuntos vínculos con el narcotráfico: dejó al descubierto un entramado de traiciones, ambiciones políticas y una feroz interna de poder que sacude a todo el sur tucumano.
El material que circuló hace poco más de una semana desencadenó una investigación que hoy se bifurca en dos frentes judiciales: uno en la Justicia ordinaria y otro en el fuero federal. En el centro de la escena están el ex intendente Luis Campos, el supuesto empresario de la construcción Roque “Chipi” Giménez y otros personajes que orbitaban el poder en Alberdi.
El origen del caso es una charla grabada entre Campos y Giménez, luego viralizada, en la que se habla sin tapujos sobre supuestas operaciones de narcotráfico, amenazas, corrupción en obras públicas y relaciones con actores políticos y judiciales. El contenido fue suficiente para que la fiscal Mónica García de Targa abriera una causa por incumplimiento de deberes de funcionario público y que el auxiliar Bernardo Sassi lograra, en audiencia, que se dictara prisión preventiva por seis meses para “Chipi”, quien fue trasladado al penal de Benjamín Paz.
En paralelo, el fiscal federal Rafael Vehils Ruiz inició un segundo expediente, que involucra a Campos, su esposa —la legisladora (con licencia) Sandra Figueroa—, el exsecretario de Hacienda José Roldán y nuevamente a Giménez. Son investigados por presunta confabulación para el tráfico de estupefacientes, lavado de activos y asociación ilícita.
Además de los cuatro imputados principales, hay al menos 16 personas mencionadas en la grabación. Seis ya fueron identificadas y podrían ser citadas próximamente por la Justicia:
José “Cucha Mota” Funez: sindicalista de ATE y dirigente de la CTA. Fue quien publicó parte del audio el 24 de abril en su cuenta de Facebook, denunciando que Giménez lo quería hacer “desaparecer”. Es una figura clave: durante años denunció vínculos narcos en la gestión de Campos.
Alfredo Aydar: abogado penalista. Según Giménez, lo acompañaría a hacer la denuncia en la Justicia Federal. Aydar lo desmintió, aunque reconoció haberlo conocido y hasta fotografiarse con él durante una visita de la ministra Patricia Bullrich.
Hugo Arroyo: señalado por “Chipi” como vendedor informal de electrodomésticos. La investigación determinó que vive en el barrio La Milagrosa de Banda del Río Salí y no está inscripto para ninguna actividad económica.
Albano Leru: concejal electo por el movimiento “La Marea Verde”. Habría conformado una cooperativa llamada “Chalecos Verdes” con la que cobraba por trabajos de limpieza en el municipio. No está registrado en organismos de control. Fue desconocido por La Cámpora y su propio movimiento.
Gustavo Gómez: exfiscal federal, jubilado este año. Giménez lo habría amenazado con denunciarlo. En la fecha de la grabación del audio aún estaba en funciones.
Rodrigo “Patón” Campos: vinculado a Roldán, fue detenido con más de un kilo de cocaína el 2 de junio. Su arresto refuerza la sospecha sobre una red narco que se ramifica en Alberdi y la región.
Leandro González: detenido junto a “Patón” Campos. Estuvo preso por robo y habría actuado como “soldadito” de la organización.
En la lista también figuran otros apodos sin identificar: “Juan Lezcano” (cuñado de Campos y exsecretario de Obras Públicas), “Toro” (hijo de una ex funcionaria), “Luisito” (hijo del ex intendente, con problemas de adicciones y cargo en Desarrollo Social), y alias como “Macho”, “Teddy” y “Maceta”, todos presuntos miembros de la estructura narco.
Lo que en principio parecía una denuncia aislada, terminó revelando un choque de ambiciones entre quienes, en algún momento, formaron parte del mismo espacio político. Campos habría dado cobijo político a Funez, Giménez y Leru. Con el tiempo, las alianzas se fracturaron por peleas internas, en especial con el ex secretario Roldán.
La historia entre “Chipi” y “Cucha” resume esta grieta: pasaron de ser aliados a denunciarse mutuamente. Funez lo acusó de amenazas; Giménez, de robarle elementos de su empresa. Ambos, sin embargo, coincidieron en denunciar las irregularidades de Campos.
Los tres —Funez, Giménez y Leru— aspiraban a sucederlo en el cargo. En el audio, “Chipi” le exige a Campos que renuncie. Funez viene armando su estructura desde hace meses. Leru, aunque más reservado, ya promueve su nombre para 2027.
Las investigaciones siguen avanzando. La intervención del municipio y los allanamientos realizados en domicilios de los acusados marcaron el inicio de una nueva etapa. El caso Alberdi se transformó en una advertencia para el resto del sur tucumano, donde las rutas del narcotráfico se cruzan con las del poder.
Para la Justicia, “algo pasó en el medio” que rompió el pacto político entre los protagonistas. Pero en lo que nadie duda es que el escándalo recién empieza.
