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VACUNAS PRIMERO PARA “ELLOS”

La sinvergüenza de los intendentes, diputados y militantes kirchneristas que se aplican las vacunas antes que a los mayores de 70 años

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Descacharreo

Luego de que trascendiera el hecho de que intendentes, diputados y militantes kirchneristas se están colocando la vacuna, se está dando un florecimiento de sinvergüenzas digno de mostrar al mundo. Y es que chantas y ladroncitos de lo público, se encaraman a intendencias, poltronas de concejales, sub-sub de direcciones indescifrables donde trabajan de no servir para nada excepto guardarse algo para sí y beneficiar a la parentela.

En ese sentido, los sinvergüenzas locales se lo están pasándolo de maravilla. De gran olfato para las oportunidades sucias y no se pierden una. Ahora tienen servidas las vacunas. Al ver que llegan poco, en etapas, como se pueda y casi se diría que a los ponchazos, saltan el turno que alguna vez le tocarían, ningunean a los médicos y todo el mundo de los que se la juegan a diario en medio de la batalla en contra del virus.

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Y es que no les importa. Se ponen delante y se hacen vacunar antes que los demás, con lo que les quitan la posibilidad de inmunizarse de manera justa protocolar que está tan de moda y justa. Sí, justa: el sinvergüenza tiene algún perfil de psicópata, ajeno como es a la noción clara sobre el bien y el mal, el arrepentimiento, los demás. Primero yo. Es seguro que los casos van a multiplicarse y a aparecer, pero pongamos uno que vale por todos.

Se trata del señor Federico Podlovic, quien ejerce como intendente de Piedrabuena, ciudad chica de 6.000 habitantes en Santa Cruz. Elegido y hereditario, ya que el padre lo fue veinte años, forzó al hospital a que lo vacunaran junto con la mujer y su chofer.

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El caso es que pueden haber sido también vacunados por amiguetes del señor Podlovic, el intendente sin obstáculos: en el Concejo no hay ningún opositor. Hasta aquí la cínica exhibición de sinvergüenzas despreocupados ni inquietos por un sumario para investigar la nada, eso es seguro. Tranquilos y bestiales, ya han sido pinchados en el hospital por orden de ellos sin que les importe nada.

Nos parece natural que este intendente que tal vez juega en algo dentro del tablero político del Sur un cargo cualquiera en un país con la mitad de la gente en la pobreza, tiene un auto oficial, un chofer, secretarias, celulares a gusto. En ese marco, cabe entonces preguntarse: ¿Acaso es admisible, razonable o una obscena comedia de privilegios tropicales en medio del frio y el viento?

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Ese el principio de la raíz, cuando empieza a pudrirse. La vacunación es más serio y más vergonzoso, de acuerdo, pero ocurre dentro de un patrón, un formato nauseabundo. Los parlamentarios suecos, un ejemplo cualquiera, tienen que usar sus coches o el transporte público para ir y volver del trabajo. Este intendente deshonesto, circula con chofer, lo lleva a todas partes, incluso a vacunarse junto con la mujer. ¿Cómo es posible que no lo echen?

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