Distintos proyectos de ley que buscan garantizar la protección y el cuidado de los animales ganaron terreno en la agenda de la Legislatura provincial.
Oficialismo y oposición alumbraron diferentes iniciativas que buscan avanzar en ese sentido, con disposiciones como la declaración de algunos animales como “seres sintientes” y la prohibición del uso de los carros de tracción a sangre en el territorio tucumano.
En momentos en que el cuerpo colegiado funciona con horarios restringidos por el receso de verano, y en pleno período de extraordinarias, no hay plazos para que la comisión de Medio Ambiente y Desarrollo Sustentable avance con un dictamen, ni fecha estimada para una eventual sesión en la sede de Muñecas al 900. De todos modos, en la última semana se acumularon en mesa de entradas las propuestas legislativas con perspectiva animalista.
“En los términos del Código Civil y Comercial de la Nación, los animales son considerados en la actualidad como ‘cosas’. No obstante, existen proyectos legislativos a nivel nacional que tienden a modificar esta categoría jurídica entendiendo que, por el carácter sentiente que poseen, merecen una protección especial”, expuso en los fundamentos de su iniciativa José Cano (UCR).
El opositor contó con la adhesión de los radicales Agustín Romano Norri y Raquel Nievas; de los alfaristas Walter Berarducci, Claudio Viña y Alfredo Toscano; y del oficialista Christian Rodríguez (PJ).
Este proyecto aborda distintos ejes (como las riñas, la exhibición en tiendas de mascotas y la utilización para el transporte de cargas), plantea el debate sobre “cuál es el status jurídico de los animales: si se trata de objetos de propiedad de los humanos o bien, de personas no humanas con derechos protegidos”.
Además, como antecedente, se menciona el caso de la orangutana “Juana”, del zoológico de la Ciudad de Buenos Aires, en el que la jueza porteña Elena Liberatori falló a favor de una asociación ambientalista en el marco de un recurso de amparo, y declaró “persona no humana y sujeto de derechos” a aquel ejemplar.
Por otro lado, se consigna que en el plano internacional (Alemania, Austria, Suiza, Francia, España, Portugal y Colombia, entre otros países) se avanzó con reconocer como seres vivos dotados de sensibilidad a los animales; y, con ello, como “titulares de derechos”.
En su artículado, incluye una serie de prohibiciones y enumera los actos considerados “de maltrato animal”. Por ejemplo, no alimentar o brindar asistencia adecuada; abandonarlos en la vía pública; “golpearlos, lesionarlos o azuzarlos para el trabajo”; hacerlos trabajar en jornadas de duración excesiva; y “emplear animales en el tiro de vehículos cuando excedan sus fuerzas o no se encuentren en buen estado físico”.
En ese sentido, en caso de detectarse el uso de un animal para vehículos de tracción a sangre, se establece “el secuestro inmediato” del ejemplar, del rodado y de la carga transportada. Las sanciones previstas son multas que van desde el equivalente a entre 10 y 80 litros de nafta súper.
“Los animales son seres vivos, sintientes, que interactúan con nosotros y con su hábitat. Hacen a la diversidad biológica que tenemos en nuestros ecosistemas, y además muchos de ellos comparten con nosotros nuestras vidas como un miembro más de la familia. Por todas estas y más razones, no pueden ser descuidados por la sociedad ni por el Estado”, indicó el legislador Hugo Ledesma, autor de la iniciativa impulsada por el oficialismo.
El texto -que cuenta con las firmas de Roque Álvarez, Sergio Mansilla, Nancy Bulacio y Carlos Funez– declara que “son seres sintientes todas las estructuras orgánicas vivas que poseen capacidades cognitivas complejas, con sensibilidad, y que interactúan con su hábitat”.
Este proyecto agrega que “los animales, seres sintientes no humanos, no podrán ser objeto de malos tratos o actos de crueldad, tal como lo establece la Ley Nacional 14.346”.
En otro segmento, el escrito establece que “queda prohibida la tenencia de animales pertenecientes a especies salvajes en ámbitos domésticos, sean estos urbanos o rurales”; así como “el uso y la circulación de vehículos de tracción a sangre animal no humana, a partir de los 180 días de la entrada en vigencia de la presente ley”.
El peronista Carlos Najar sumó un proyecto de ley que declara “anacrónico” el uso de caballos u otros ejemplares para impulsar vehículos. Además, otorga un plazo de seis meses desde la eventual promulgación de la norma para que comience a regir la prohibición de “caballos burros, mulas u otros animales para la tracción a sangre con fines comerciales, de transporte de bienes o cualquier otra actividad que implique su explotación en condiciones que atenten contra su integridad física y emocional de animales, entendiéndose como seres vivos sintientes”. “Este 2024 debe ser un punto de inflexión para desterrar esta forma de transporte”, sostuvo el legislador oriundo de Las Talitas.
El opositor Walter Berarducci (Compromiso Tucumán-PJS) aportó también un proyecto para crear el programa de “reconversión digna”, destinado a la erradicación de los vehículos de tracción a sangre. “El objetivo general de esta normativa es desarrollar una estrategia que aborde en forma íntegra y coordinada esta problemática, con el fin de mejorar la calidad de vida de las personas y proteger a los animales del maltrato. La utilización de caballos, para realizar la recolección informal y para otras actividades ponen en riesgo tanto a los trabajadores como a terceros involucrados, a la vez que trae aparejados serios inconvenientes en el tránsito”, sostuvo. Y consideró que es clave a su vez “generar condiciones dignas para las familias que viven de esto”.
“Por ello, es necesario formular un plan integral para toda la provincia que deberá contar con la adhesión y el compromiso de comunas y municipios”, añadió.
La cuestión de los carros de tracción a sangre ya había sido abordada en períodos precedentes. En 2022, el republicano Ricardo Bussi y el radical Raúl Albarracín habían elevado proyectos en ese sentido.
En 2008, el peronista Raúl Hadla había solicitado al PE a controlar “el cuidado y trato que dan sus dueños a los caballos que traccionan los carros”. Pero los proyectos pasaron al archivo o quedaron sin debate en las comisiones, a diferencia de que sucede ahora, con el PJ y la oposición mostrándose decididos a llevar el tema a fondo.