El Vaticano afirmó hoy que el mundo asiste a una “emergencia educativa” por la denominada “ideología de género”, corriente de pensamiento que “busca aniquilar la naturaleza” y “niega la diferencia y reciprocidad natural de hombre y mujer”.
“Se difunde cada vez más la conciencia de que estamos frente a una verdadera y propia emergencia educativa, en particular por lo que concierne a los temas de afectividad y sexualidad”, aseguró el Vaticano a través del documento “Varón y mujer los creó”, publicado por la Congregación para la Educación Católica.
El texto, que lleva como subtítulo “Para una vía de diálogo sobre la cuestión del gender en la educación”, plantea que “la misión educativa enfrenta el desafío que surge de diversas formas de una ideología, genéricamente llamada gender, que niega la diferencia y la reciprocidad natural de hombre y de mujer”.
“Esa ideología presenta una sociedad sin diferencias de sexo y vacía el fundamento antropológico de la familia. Esa ideología lleva a proyectos educativos y directrices legislativas que promueven una identidad personal y una intimidad afectiva radicalmente desvinculadas de la diversidad biológica entre hombre y mujer”, critica el documento divulgado este lunes.
Según la Santa Sede, se debe tener en cuenta el derecho “no secundario” de los niños “a crecer en una familia, con un padre y una madre capaces de crear un ambiente idóneo para su desarrollo y madurez afectiva”.
De acuerdo al texto, “el proceso de identificación se ve obstaculizado por la construcción ficticia de un género o tercer género”.
“De esta manera, la sexualidad se oscurece como una calificación estructurante de la identidad masculina y femenina”, asegura.
“El intento de superar la diferencia constitutiva del hombre y la mujer, como sucede en la intersexualidad o en el transgender, conduce a una ambigüedad masculina y femenina que presupone de manera contradictoria aquella diferencia sexual que se pretende negar o superar”, señala el documento que lleva la firma del cardenal italiano Giuseppe Versaldi.
“Al final -agrega-, esta oscilación entre lo masculino y lo femenino se convierte en una exposición solamente provocativa contra los llamados esquemas tradicionales, que no tienen en cuenta el sufrimiento de quienes viven en una condición indeterminada”.
“Tal concepción busca aniquilar la naturaleza (todo lo que hemos recibido como fundamento previo de nuestro ser y de todas nuestras acciones en el mundo), mientras que lo reafirmamos implícitamente”, completa el documento, en uno de los puntos más críticos de los 57 artículos. (Télam)