Las piletas públicas deben contar con barandas perimetrales, duchas, y la correcta señalización de profundidades. Además, se toman muestras de agua que se analizan en el laboratorio de la Dirección General de Salud Ambiental.
La Dirección General de Salud Ambiental del Ministerio de Salud es el organismo encargado de realizar los controles de seguridad en los natatorios públicos de Tucumán. Este miércoles, se realizó una inspección de rutina en el Club Lawn Tennis, con el objetivo de verificar que el establecimiento cumpla con las normativas vigentes para ofrecer un ambiente seguro a los usuarios.
El ingeniero Leandro Medina Barrionuevo, director general de Salud Ambiental, explicó en detalle los procesos que realiza el equipo para garantizar que todos los natatorios públicos mantengan los estándares adecuados. “Es importante mencionar que, a partir de la resolución 508 del Sistema Provincial de Salud, nuestra dirección es el organismo encargado de la habilitación y control de los natatorios de uso público”, señaló.
El proceso de habilitación no solo depende de la documentación presentada, sino de un control exhaustivo en el lugar. “Nos aseguramos de que el natatorio cumpla con todas las normas de seguridad, como barandas perimetrales, duchas, y la correcta señalización de profundidades. Además, tomamos muestras de agua que son analizadas en nuestro laboratorio”, añadió el ingeniero.
Una vez aprobado, los natatorios reciben un sticker distintivo que cambia de color anualmente, lo cual permite que los usuarios identifiquen rápidamente qué instalaciones cumplen con los estándares requeridos.
“Este sticker da la tranquilidad a las personas de que el agua está en perfectas condiciones y que el establecimiento ha presentado toda la documentación necesaria, como seguros de vida, área protegida y presencia de socorristas”, explicó.
La bioquímica Silvina Gerstenfeld, jefa del Departamento de Saneamiento Básico de la Dirección General de Salud Ambiental, detalló el procedimiento durante las inspecciones. “Si es para habilitar un natatorio, nuestros inspectores verifican la documentación, las condiciones de seguridad y la calidad del agua. Si todo está en orden, el natatorio pasa a la fase de habilitación”, afirmó.
“Sin embargo, esto no termina aquí, ya que continuamos realizando inspecciones periódicas para garantizar que se mantengan las condiciones adecuadas durante toda la temporada”, añadió.
Según la bioquímica, en la provincia existen alrededor de 160 natatorios en funcionamiento, de los cuales más de 120 ya fueron habilitados. “Nos aseguramos de que cada uno cumpla con las condiciones necesarias para brindar seguridad a los ciudadanos. A los propietarios les pedimos que verifiquen siempre que su natatorio cuente con la cartelería que indica que está habilitado”, agregó.
Si bien la inspección tiene un enfoque preventivo, los establecimientos que no cumplan con los requisitos pueden ser sancionados. Gerstenfeld explicó que hay faltas que pueden resultar en multas y otras que pueden llevar a una clausura temporal.
“Las faltas graves, como operar sin habilitación o sin guardavidas, son motivo de clausura inmediata. También, el uso de agua no autorizada puede generar una sanción severa. Sin embargo, siempre se les da la oportunidad a los natatorios de regularizar su situación”, concluyó.