El eslogan central de campaña del oficialismo de cara a las PASO era “la vida que queremos”. La vida que queremos implicaba que estábamos saliendo de la pandemia y que la pandemia imposibilitó todo. Para el gobierno no tuvo nada que ver con la cuarentena prolongada, el no tener vacunas, no el haber cerrado la economía, no el haber preferido 10% más de pobres que 100.000 muertos y habiendo quedado con las dos cosas.
Ese lema vacío no funcionó porque la gente no compró. La vida que quiere, que necesita o que desea la gente está muy lejos de esa promesa sin sustento. Detrás de la derrota, aparece otro concepto velado: la vida “gratis” que queremos. Esta es la propuesta evolucionada del Frente de Todos para las elecciones generales. El primero que lo dijo fue Daniel Gollán. Habló de que a la gente le hace falta “platita” para votar al kirchnerismo.
Están llevando adelante el plan “platita” de Gollán. Y si no, cabe mirar de cerca la medida que anunció Axel Kicillof. Le está diciendo a los jóvenes que la vida es gratis regalando viajes de egresados. No saben qué hacer porque en ese universo de jóvenes están peor que en ningún otro lado. Los jóvenes se desquiciaron con el Gobierno. No quieren saber nada. Los encerraron, los dejaron sin clases. Entonces, desde el oficialismo están desesperados por reconquistarlos.
220.000 estudiantes van a tener un regalo de Kicillof. Gratis es sólo en la concepción del gobernador bonaerense y del populismo. Esta medida se va a financiar con los impuestos que pagamos todos. Ese mismo dinero que no va, por ejemplo, a que se terminen de alimentar 3 millones de jóvenes en la Argentina. La foto de la vida “gratis” que propone el gobierno del Frente de Todos incluye más de 23 millones de planes sociales.
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Realmente, se trata de una verdadera barbaridad de parte del kirchnerismo. Y es que pagar a 220.000 chicos el viaje de egresados en el marco de una sociedad empobrecida y con hambre, sobre todo, en lo que hace al Conurbano bonaerense que debería procurar gobernar Axel Kicillof. Es por ello que resulta una verdadera afrenta al pueblo una medida como esta con el único fin de conseguir votos.
Con semejante improperio, queda más que claro que al peronismo lo único que le importa es el poder de ellos, sin que se les mueva un pelo siquiera por haber generado un pueblo pobre y sin oportunidades. “Platita en el bolsillo” es un oportunismo político más y sin resolución consistente para un futuro sostenible y confiable hacia el bolsillo y economía de todos los argentinos.
Sin embargo, lunáticos del populismo como Kicillof, discípulo y predilecto de Cristina Kirchner implementa lo más rancio del populismo con tan de que los suyos puedan revertir la paliza de las PASO. Detrás de medidas barbáricas como la anunciada ayer no hacen más que confirmar que se trata de un gobierno que ya no sólo es el peor desde el retorno de la democracia. Sino que además implementa medidas que amenazan con hacerla volar por los aires. Es hora de pararlos.
