Leandro Saavedra, secretario ejecutivo del Instituto Provincial de Lucha contra el Alcoholismo (IPLA), rechazó de manera categórica el proyecto de ley presentado por el legislador José María Macome, que propone disolver el organismo.
Durante una entrevista, Saavedra calificó la propuesta como “parte de la ignorancia en la materia” y aseguró que la eliminación del IPLA incentivaría la comercialización del alcohol en la provincia, afectando los controles y aumentando el consumo.
“El proyecto busca eliminar los topes horarios, los controles y el canon por la venta de alcohol. En vez de reducir el consumo, lo aumentaría”, afirmó Saavedra. Destacó, además, que actualmente el IPLA cumple acabadamente con sus tres funciones principales: fiscalización, recaudación y administración, todas establecidas por la ley 7.243.
Ante la acusación de Macome de que el 90% del presupuesto del IPLA se destina a salarios, Saavedra aclaró que esa cifra es falsa. “Es imposible sostener el funcionamiento de una repartición solo pagando sueldos. El IPLA tiene 163 empleados distribuidos en su casa central y dos delegaciones en Alberdi y Concepción. Además, realizamos alrededor de 10.600 operativos anuales en toda la provincia, lo que demuestra que los recursos no son destinados únicamente al personal”, explicó.
Además, Saavedra defendió la existencia del canon para la venta de alcohol, señalando que su finalidad es desincentivar la actividad. “El permiso administrativo tiene la misma lógica que otros permisos, como los de la pesca o la deforestación. El Estado busca desalentar actividades que considera perjudiciales, como la venta de alcohol”, añadió.
Críticas al proyecto de Macome
Saavedra también vinculó el proyecto con intereses específicos de un sector empresarial. “Este proyecto es una mala copia de la ley actual. No es casualidad que se haya presentado dos semanas después de que el gobernador Jaldo frenara la proliferación de fiestas electrónicas. El mismo sector que organiza esos eventos es el que está impulsando esta iniciativa”, denunció.
El secretario del IPLA subrayó que el organismo tiene casi tres décadas de historia y que durante ese tiempo se ha ido adaptando a los cambios en el consumo de alcohol y las normativas. “Constantemente estamos mejorando y adecuándonos. Durante la pandemia, por ejemplo, tuvimos que hacer frente al aumento de la entrega de alcohol por delivery”, comentó.
Finalmente, Saavedra extendió una invitación al legislador Macome para dialogar y trabajar en conjunto. “Nuestro interventor, Dante Loza, está abierto a recibir información y a colaborar con todos los sectores. Siempre estamos dispuestos a mejorar, pero disolver el IPLA no es la solución”, concluyó.
