Matías Scopinaro (34) y Paula Martínez De Urtiaga (40) se conocieron en un gimnasio de Córdoba. Ella buscaba mantener un plan de entrenamiento y él, al percibir su interés, le propuso entrenarla. Paula no sabía nada acerca del fisicoculturismo. Él, en cambio, llevaba varios años perfeccionándose y compitiendo en el plano internacional.
El límite de Paula era lo natural. “Lo conocí a él con tres hijos y vengo de una familia súper conservadora, en donde de chica me inculcaron que las drogas son malas. Entonces no quería tomar nada, lograr resultados únicamente con el entrenamiento”.
Matías, por su parte, contó: “En 2017 le propuse casamiento. Sin embargo, el año en el que nos conocimos, le dije que me acompañara a Las Vegas. Eso fue en noviembre de 2016. Tenía que viajar para competir en el Natural Olympia, un concurso de culturismo internacional”. Paula agregó: “Me incentivó a prepararme y presentarme de manera amateur. Pude hacerlo muy relajada”.
A partir del entrenamiento, la convivencia y el culturismo natural, la pareja se asoció para crear Heed Physique, una red de gimnasios en Córdoba que lograron franquiciar y posee ocho sucursales. También para formar PMNaturalCoaching, un espacio en el que asesoran y entrenan a atletas o personas que buscan perfeccionar su ejercicio.
Se convirtieron en los únicos atletas argentinos en ser coaches naturales avalados por la Federación Internacional de Natural Bodybuilding (INBA, por sus siglas en inglés). Para ello, debieron transitar un camino en el que, además de lo laboral y la competencia, se convirtieron en padres de Vicente (4).
“Viví desde el 2008 al 2011 en California. Esta federación está radicada allí. Y a partir de ello entendí que buscaba entrenar sin tomar nada raro: ni hormonas, ni esteroides, ni suplementos. Nada. Me daba miedo”, indicó Matías.
La pareja cordobesa promueve el culturismo natural, un concepto mediante el cual -ambos aseguran- permite fortalecer la salud y abrazar la longevidad de la mejor manera posible. “Nuestra esencia es lograr un estilo de vida saludable, con energía vital, con fuerzas y ganas. Eso es lo que se quiere transmitir. No es solo lo estético, eso es colateral, eso va a venir solo”, explicó Matías.
Paula remarcó: “Nuestro fin es transmitir esta movida natural a los jóvenes. Explicarles que se trata de ser meticulosos, de aportar granitos de arena en el día a día. A muchos chicos y adolescentes les venden polvitos mágicos con la seguridad de que les va a hacer bien. Nosotros estamos en contra de eso. Nuestro foco está brindar la mejor información”.
En relación a la alimentación, Paula aseguró que no existen las dietas estrictas ni las prohibiciones. Matías precisó: “A veces comemos helado antes de subir al escenario. Eliminamos el concepto de comidas malas o buenas, sí que existen alimentos más nutritivos que me puedan beneficiar. El lado enfermizo de una dieta no es culturismo ni saludable. Lo que logramos -a nivel elite- es un balance, que no estén restringidos los alimentos pero sí ser inteligentes”.
Paula, madre de Lola (13), Joaquín (15) y Tomás (17) fruto de una relación anterior, detalló: “Esto es arte, va más allá de mirarse los brazos. Es insostenible privarse de una torta, comer un chocolate o tomar una copa de champagne. Si vos lo planificás, lo podés hacer”.
Otro de los mitos que rompe la pareja es la de entrenar todos los días. Incluso la cantidad de tiempo que se le dedica a cada uno de esos entrenamientos. “Vamos al gimnasio cinco veces por semana. A veces de lunes a viernes u otras lunes y martes, descansamos los miércoles, y después jueves, viernes y sábados”, relató Matías.
El entrenador indicó: “Son sesiones de 45 minutos. No más que eso. No necesitamos estar tres horas en el gimnasio”. Paula apoyó esta práctica y manifestó: “Son 45 minutos de entrenamiento pleno en donde no hay tiempo para la distracción”.
Ambos fueron galardonados con múltiples premios y en noviembre de 2022 fueron nombrados presidentes de INBA Latinoamérica. “A nivel competitivo, lo que uno busca al llevar al escenario es un cuerpo en el que se puedan ver las proporciones de los músculos con la menor cantidad de grasa posible. Son cinco minutos para los cuales nos preparamos muchísimas semanas”, relató Matías.
Paula agregó: “No padecemos la preparación, todo lo contrario. Disfrutamos todo el camino. El objetivo acá no es conseguir una medalla. Yo la paso bien en el escenario, es mi momento de mostrar el cuerpo. Lo vivo como una fiesta, carnaval. Si no disfrutás eso, por ahí no va”.
Una de las consultas recurrentes que reciben está relacionada con el sexo, sobre la periodicidad de la práctica y acerca de si es recomendado practicarlo en los días que se entrena o previo a la competencia.
Matías explicó: “Cuando tu alimentación es tan limpia y sana, tenés más ganas. Y si el cuerpo lo pide, se lo tenés que dar. Al cuerpo y a la mente. Sobre todo antes de una competencia, en donde gana el nerviosismo y sirve para bajar la tensión”. Paula especificó: “Desde lo científico hay que tener sexo para elevar la testosterona. Así que cuando surgen las ganas, hay que darle lugar”.
Matías completó: “Nosotros, a la hora de trabajar con un alumno, no repetimos dietas ni entrenamientos. Cada persona es un ser distinto y hay que ayudarlo a encontrar su mejor versión. Nuestro propósito personal es mejorar nuestra propia versión, sentirse orgulloso de haberlo logrado y encarar esa meta al siguiente año”.