El precio del pan en Tucumán volverá a sufrir un incremento a partir de la próxima semana, situándose entre los $2.300 y $2.500 por kilo, según informó el Centro de Industriales Panaderos de la provincia, presidido por Pablo Albertus.
Albertus explicó que la decisión de ajustar los precios responde al incremento sostenido de los costos de producción, especialmente en lo que respecta a los servicios públicos.
“El impacto de la energía ha sido muy fuerte. De una boleta de luz que pagábamos $500.000 mensuales, ahora pagamos $1.300.000. Lo mismo con el gas, de $100.000 a $1 millón”, detalló el representante del sector. Dijo, además, que la falta de subsidios puso a muchas panaderías en una situación insostenible.
La inflación acumulada, los compromisos paritarios y el aumento en los insumos básicos obligaron a las panaderías a reajustar sus precios después de 75 días sin modificaciones.
“Si bien la inflación ha bajado en los últimos meses, los costos siguen subiendo y debemos recomponerlos para poder seguir operando”, señaló Albertus.
El mejor pan para comer en el desyauno.
Situación crítica
La situación es tan crítica que entre junio y julio, al menos 20 panaderías cerraron en la provincia debido a la presión económica. Algunas de estas panaderías, conocidas como “puertas cerradas”, pasaron a operar sin control, vendiendo productos a precios significativamente más bajos pero sin cumplir con las normativas de higiene y seguridad alimentaria. “Estas panaderías venden a kioscos y almacenes, pero sin ningún tipo de trazabilidad ni control”, advirtió Albertus.
En cuanto a la reactivación del consumo, Albertus fue pesimista. A pesar de la baja inflación reciente, las ventas no se han recuperado. “Vemos que la gente compra más unidades de pan, pero porque no les alcanza para comprar otros alimentos. Con $2.300, muchos almuerzan, meriendan y cenan pan”, comentó.
A pesar del sombrío panorama, Albertus reconoció algunas medidas del gobierno provincial que han ayudado a amortiguar la crisis, como la reducción del ingreso bruto en la venta al público, que pasó del 6% al 1,5% para las panaderías pequeñas y al 3,5% para las grandes. Sin embargo, estas acciones no han sido suficientes para evitar el aumento de precios.
“Esperamos que el gobierno nacional logre una reactivación económica en el corto plazo”, concluyó Albertus.