Horas antes de asesinar a Gabriel Medina, el colorista asesinado de un balazo en la cabeza en una peluquería de Recoleta, el estilista que recibió un disparo en la cabeza en la peluquería Verdini de Recoleta, Abel Guzmán mantuvo un breve diálogo con la cajera de un supermercado, a quien le entregó una frase estremecedora.
Cuando la joven le preguntó las razones de su nuevo corte de pelo (Guzmán se rapó la cabeza esa mañana), él respondió: “Porque voy a matar a alguien”.
La empleada del comercio realizó esta confesión en diálogo con Clarín. Allí agregó: “Pensé que lo decía en chiste. ¿Quién podría pensar que lo decía en serio?”.
//Locura asesina en una peluquería de Recoleta: le disparó a su compañero y todo quedó registrado en video
Quién es Abel Guzmán, el empleado que asesinó a su compañero de un disparo en una peluquería de Recoleta
Guzmán es un hombre de trayectoria en el mundo de las peluquerías, conocido por su trabajo con tratamientos de keratina, una habilidad que perfeccionó durante más de 7 años en el salón de Facundo Verdini, ubicado en Beruti al 3000, en Recoleta.
Aunque tenía su clientela, era percibido como un solitario y retraído, a diferencia de la víctima, que se caracterizaba por ser muy sociable. Los colegas suyos describían una tensión creciente entre él y Medina, alimentada por problemas de ego y disputas sobre la clientela.
“Era medio raro. No te ibas a imaginar que podía matar a los compañeros, pero sí noté que era muy observador de todo lo que pasaba en el local. A veces se tildaba mirando las situaciones que pasaban a su alrededor”, expresó una clienta sobre Guzmán en charla con Clarín.
Guzmán tenía a personas conocidas en la esfera pública dentro de su clientela, como el caso de la vedette Valeria Degenaro, quien le comentó en una publicación de Instagram en 2021: “Ayyy tengo que volver a ir”. Un dato que sorprendió es que, poco antes de cometer el crimen, se rapó la cabeza, algo que jamás había hecho.
Qué dijo el abogado del dueño de la peluquería de Recoleta
Cristian Benítez, el abogado del dueño de la peluquería Verdini de Recoleta, manifestó que no hubo “inconvenientes, peleas ni discusiones” que anticiparan la tragedia. “Pudo ser un tema de egos”, arriesgó.
“Habían terminado el día de trabajo y eran las únicas cinco personas que estaban. Se juntaron para distenderse y después cerrar el local”, relató el letrado.
Consternado por lo ocurrido y sin demasiadas certezas, agregó: “Por lo que se ve en las imágenes, entiendo que había algún tipo de encono entre ellos y utilizó ese momento para descargar la ira. Otra explicación no le encontramos”.
“No era una reunión de trabajo, sino una situación de tratar de pasar el tiempo hasta poder retirarse”, reconstruyó Benítez. De acuerdo a su testimonio, Medina estaba contando sobre una fiesta a la que había concurrido y, de un momento a otro, Abel Guzmán sacó un arma, le disparó a sangre fría y escapó por una ventana.
También confirmó que ambos, tanto él como la víctima, eran coloristas y especuló con la posibilidad de que esto hubiera sido el detonante del conflicto. “Puede ser un tema de egos o cuestiones personales por cumplir la misma función”, completó.