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¿Y el Defensor del Pueblo?

El gran derrotado con la elección de Eduardo Cobos, fue el pueblo tucumano, una vez más como siempre y, al mismo tiempo, como nunca

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Eduardo Cobos - Foto: El Tucumano
Descacharreo

Siempre el puesto de Defensor del Pueblo se trata de una posición controvertida debido a que la sociedad jamás consigue ser defendida por el dirigente político de turno que ocupa ese espacio. Pero con la elección Eduardo “Lalo” Cobos, quedó todavía más en evidencia que se encuentra a años luz de la posibilidad de poder defender al pueblo de los abusos en los que incurren las empresas de servicios.

Desde que juró en su cargo el pasado 8 de marzo, no solo nada ha cambiado para bien, sino que significó un terremoto hacia el interior del peronismo. Y es que su elección fue la razón del gran quiebre en el oficialismo provincial, y una clara “traición” al gobernador Juan Manzur, quien en aquel momento manifestó que habían acordado otra cosa con el jaldismo y que, en definitiva, sintió que lo traicionaron.

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Gobernador Juan Manzur – Vicegobernador Osvaldo Jaldo

En ese marco es que arribó al lugar que hoy ocupa el Defensor del Pueblo y tal parece que la única intención era la de hacerle sentir a Manzur que el poder no era suyo. Sin embargo, la única verdad es la realidad, la cual volvió a imponerse con la fuerza de un temblor. Y es que el resultado de todo esto fue que en realidad el gran derrotado fue el pueblo tucumano, una vez más como siempre y, al mismo tiempo, como nunca.

Esto se debe al hecho de que, desde la asunción de Cobos como Defensor del Pueblo, lo que único que se conoce a ciencia cierta de las acciones de este funcionario es que cobró un abultado sueldo en los meses que lleva al frente de ese puesto. Ahora bien, es por ello que cabe preguntarse entonces, en realidad, ¿A quién defiende Eduardo Cobos? Porque claramente, a la gente común no la defiende.

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¿Dónde está Eduardo Cobos cuando las empresas realizan aumentos en plena pandemia golpeando el bolsillo ya de por sí deteriorado de los tucumanos? ¿Acaso no es esa la única función que debería tener y ejercer a rajatabla? Sobre todo, teniendo en cuenta que cuando ocupaba nada menos que la presidencia de la Comisión de Energía en la Legislatura provincial, Eduardo Cobos criticaba duramente al directorio del Ersept.

Es decir, apuntaba sus dardos directo hacia el Ente Regulador de Servicios Públicos de Tucumán. Pero como si eso fuera poco, Eduardo Cobos hasta se pronunciaba airadamente en contra de los aumentos autorizados en las tarifas de servicios públicos en aquella oportunidad, cuando desde el jaldismo se utilizaba este entuerto para intentar diferenciarse del manzurismo. Entonces Cobos llevaba la voz cantante.

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ersep

Sin embargo, todo cambió de la noche a la mañana cuando se convirtió en Defensor del Pueblo gracias a la maniobra que el jaldismo realizó en la Cámara legislativa. Es por ello que cabe preguntarse, ¿Acaso todo ese circo mediático que montaba en su momento Eduardo Cobos no era más que con la única intención de llegar al cargo que hoy ostenta? ¿Cabe la posibilidad de ser tan miserable?

Curiosamente, Eduardo Cobos hizo todo lo posible para llegar a ocupar el lugar que hoy ostenta y que significó un verdadero sisma hacia el interior del peronismo local. Y es que, en definitiva, hasta el día de hoy se desconoce los intereses de quién protege el mentado Defensor del Pueblo actual. Pero si de algo se puede estar seguro es del hecho de que no son los intereses de los tucumanos justamente los que defiende este “Defensor del Pueblo”.

¿Dónde está Eduardo Cobos en momentos críticos para los emprendedores y comerciantes que ven cómo es el propio Estado el que decide cerrar de prepo y de manera inconstitucional sus fuentes de ingresos? Claramente, este Defensor del Pueblo no está al lado del comercio, ni de la gente de a pie ni de nadie en el marco de lo que constituye una verdadera situación por demás delicada que atraviesa la provincia.

Más bien, Eduardo Cobos parece una especie de caballo de Troya que se introdujo revestido con la investidura del Defensor del Pueblo con la única intención de sembrar la discordia en el peronismo local. Y es que los intereses de la ciudadanía en general y de los emprendedores en particular no figuran en su agenda de prioridades. Los únicos intereses que conoce el actual Defensor del Pueblo serían los de proteger a los amigos del poder, quien quiera que sean.

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