El inmenso deterioro y hasta el posible derrumbe del Mercado del Norte no ha hecho más que visibilizar la pésima gestión de Germán Alfaro al frente de la intendencia de San Miguel de Tucumán. Como si eso fuera poco, no tiene idea acerca de qué destino le dará a la histórica edificación que se levanta en el microcentro de la capital tucumana, ni lo que ocurrirá con quienes allí trabajan a diario.
En ese sentido, recién mañana miércoles definirá el futuro del edificio del Mercado del Norte, debido a que será cuando el momento en el que recibirá el informe sobre la situación edilicia. Cabe mencionar que independientemente de la decisión que tome al respecto, nada cambiará el hecho de que, una vez más, Alfaro llega tarde a la hora de tener que hacerse cargo de una problemática de las tantas que existen en la capital.
Mientras tanto, lo que no puede entender el intendente de San Miguel de Tucumán, es que su falta de decisión no hace más que ocasionar problemas de todo tipo a los vecinos que dice representar, pero a los que solo sabe darles dolor de cabeza. Y es que, para muestra basta un botón, ayer se vivió una de las primeras consecuencias de la falta de gestión en torno al Mercado del Norte.
Y es que no sólo está latente todavía el peligro de derrumbe, sino que a causa de los estudios que se llevan a cabo en el lugar, cortaron el tránsito vehicular y peatonal por la situación en el Mercado del Norte, un edificio que tiene más de 140 años. Es por ello que movilizarse por las calles del centro fue un verdadero caos para cientos de tucumanos que a diario se movilizan en la parte más comercial de la ciudad.
Además, justo cuando los adolescentes volvieron a clases luego de un año a causa de la pandemia, generó que exista todavía mayor movilización en la zona de las cuatro avenidas. Esta falta de previsión característica de la gestión de Germán Alfaro al frente de la ciudad es lo que evidencia magros resultados en otras cuestiones vitales para la población como lo son la seguridad y el transporte público de pasajeros.
Mientras que la seguridad no da tregua en San Miguel de Tucumán, los vecinos ya no saben cómo implorar por la presencia de representantes del Estado que se hagan cargo de la problemática. A tal punto llegó el hartazgo, que existen agrupaciones de vecinos que se congregan con el fin de intentar protegerse incluso utilizando algún tipo de arma con el que cuenten. Otro tanto ocurre con el transporte público de pasajeros.
Y es que la amenaza latente de otro paro acecha a los vecinos de San Miguel de Tucumán, luego de que la semana pasada desde el sector de los empresarios se aseguró de que no podían llegar en tiempo y forma a cubrir los sueldos de los trabajadores correspondientes al mes de febrero. Mientras tanto, el intendente Alfaro, sigue sin decir una sola palabra al respecto y, al igual que siempre, sigue sin hacerse cargo de lo que pasa en su municipio.
