La comunidad local ha apodado a un área específica de no más de 10 manzanas como la “zona de la muerte”. En un lapso de menos de cinco meses, tres personas han sido asesinadas en robos de motocicletas, y una cuarta ha perdido la visión en un ojo debido a un ataque. Lo sorprendente es que tres de las cuatro víctimas eran policías.
El agente Víctor Emanuel Lazarte fue emboscado por dos jóvenes que intentaban robar su motocicleta cuando salía de su casa en avenida Silvano Bores al 1.100. De acuerdo con los informes preliminares, parece haber intentado resistirse al robo.
Los delincuentes dispararon en varias ocasiones, aunque la autopsia revelará cuántos impactos recibió. Lo único seguro es que Lazarte estaba vestido de civil y no portaba un arma, al igual que los 500 nuevos reclutas de la fuerza policial.
Surge la pregunta: ¿Todos los oficiales llevan sus armas consigo cuando están fuera de servicio? “Intentamos hacerlo porque es nuestra salvación. Nuestra responsabilidad nos obliga a intervenir siempre y, por eso, es importante tenerla. Pero hay situaciones en las que no es posible. Por ejemplo, si voy a bailar o a jugar al fútbol, no es conveniente”, explicó Juan, un agente de la Guardia Urbana, quien solicitó el anonimato para evitar posibles sanciones.
“Si usamos parte del uniforme cuando transitamos de noche por las calles en moto. Era un mensaje para que no se nos acerquen, pero está visto que no da buenos resultados”, añadió su compañero Esteban.
El último de los 54 homicidios registrados este año ocurrió a solo seis manzanas de otro homicidio durante un robo que conmocionó a la comunidad. Hace exactamente una semana, el cabo Ramón Sánchez fue asesinado con seis disparos por Edgar Villafañe al intentar evitar el robo de su motocicleta. A pocos metros de ese lugar, el 10 de junio, unos desconocidos agredieron a un oficial para robarle la motocicleta. El oficial sobrevivió, pero perdió la visión de un ojo.
Además, el 24 de febrero, Johana Isabel Carrizo (32) fue baleada en la espalda durante un robo de motocicleta mientras viajaba con su esposo y su hijo de tres años. Fue hospitalizada y operada siete veces, pero finalmente falleció el 30 de marzo. Este incidente ocurrió a menos de 10 manzanas del lugar donde fue asesinado Lazarte.
De los 54 homicidios registrados este año, 14 fueron en situación de robo, representando el 27% del total de los casos y siendo el motivo más común. De ese número, seis tucumanos murieron en los asaltos que sufrieron; una mujer falleció al quedar en medio de un tiroteo; un policía mató a un joven que intentó ingresar a su domicilio y cinco presuntos ladrones fueron asesinados por sus víctimas.