En la audiencia de este miércoles ante Trabajo, la vicepresidenta de Garbarino, Mariana Casares, anunció la apertura de negociaciones con un nuevo grupo interesado.
“Garbarino cerró con un grupo inversor que trabaja con empresas en crisis. Si bien esto no asegura el inmediato pago de deuda salarial, entienden que para la semana próxima tendrían alguna novedad, por lo que pasamos al próximo miércoles”, dijo una fuente de la cartera laboral a la agencia Noticias Argentinas.
En la reunión, los representantes de la Federación Argentina de Empleados de Comercio (FAECYS) ya habían aclarado que estaban a disposición para una nueva audiencia, por lo que el miércoles próximo volverán a reunirse.
En Tierra del Fuego, casi 300 operarios mantienen tomadas desde hace más de dos meses las plantas de Tecnosur y Digital Fueguina en Río Grande -proveedores de Garbarino-, a la espera de una respuesta de la compañía en crisis.
Los 3.800 empleados que quedan en la cadena no perciben salarios desde hace más de tres meses, y en las mismas condiciones están otros 3.500 trabajadores de todo el país.
Los locales de venta al público están casi todos con la persiana baja y los empleados marchan todas las semanas a distintos puntos de Capital y conurbano para reclamar el pago.
Ahora, apareció una esperanza de encontrar una salida a una crisis en la actividad del retail que mantiene en jaque a distintas compañías que supieron estar en el podio de las líderes.
En la audiencia de este miércoles ante el Ministerio de Trabajo, la empresa se había comprometido a llevar una propuesta.
Si bien no la presentó, la vicepresidenta de Garbarino dijo que están a punto de cerrar un acuerdo con un grupo inversor que trabaja con empresas en crisis.
Consultada por Trabajo, admitió que la aparición de este nuevo interesado no asegura que se salden inmediatamente los sueldos, pero dijo que la semana próxima podría haber alguna novedad.
Una de las propuestas que se barajan es armar un fideicomiso, pero diseñarlo llevaría al menos dos meses.
El gremio dijo que aguardará a la semana próxima con expectativa de que aparezca plata para empezar a saldar la deuda con el personal.
Uno de los potenciales obstáculos sería que el inversor pretende que los fondos que está dispuesto a invertir vayan a proveedores, para poder acceder a nueva mercadería.
En la ecuación también podría intervenir el Gobierno de la Ciudad.
Es que, según fuentes sindicales, existe una deuda de la Ciudad con Garbarino por casi $440 millones en concepto de “multas indebidas”.
Si parte de esos fondos aparecieran, se podría comenzar a saldar parte de la deuda salarial, señalan cerca de la empresa.