El legislador Luis Brodersen (PRO) está convencido de que el proceso de privilegio que afronta en la Cámara y que podría derivar en una sanción o expulsión es una “vendetta” o venganza por haber denunciado los llamados gastos sociales. “Esto es un pase de factura”, lamentó en diálogo con Buen Día, el informativo matutino de LG Play.
El parlamentario fue denunciado por su par Ariel García mediante una cuestión de privilegio, mecanismo institucional previsto para la sanción de determinadas conductas, luego de que saliera a apoyar al productor agropecuario y ex candidato Gonzalo Blasco. Blasco había sido noticia nacional por un audio que se viralizó en el que afirmaba que pagaría un bono de $5.000 a sus empleados en el caso de que Mauricio Macri llegara al balotaje. En medio de la polémica, Brodersen había manifestado que haría lo mismo.
“Me parecía que era injusta la forma en la que estaban atacando a Gonzalo, que es amigo. Apoyar a un candidato con fondos propios no es clientelismo”, consideró. Recordó que el Código Nacional Electoral pena a aquellos que mediante la violencia o engaños obliguen a alguien a votar de determinada manera.
Brodersen apuntó contra el radical García, a quien llamó “pseudopositor”, y contra Marcelo Caponio, parlamentario oficialista que preside la comisión de Asuntos Constitucionales e Institucionales, donde se tramita la cuestión de privilegio.
“Lo de Caponio es el colmo de la hipocresía. Sorteó autos y electrodomésticos en campaña y hace meses entregó mercadería a cambio de afiliaciones. Por eso presenté una cuestión de privilegio en su contra, para que la comisión decida y mida con la misma vara. Si me expulsa, a Caponio le corresponde lo mismo. El proceso está cargado de arbitrariedad, porque al estar denunciado por mi, debería haberse excusado. A Caponio y a Garcia poco les importa la ley, imponen la mayoría automática”, disparó.
Por último, anunció que al finalizar su mandato en octubre se retirará de la política.