“Pablito” tiene 17 años y en Yerba Buena muchos vecinos lo conocen. Y lo sufren. Sus andanzas bajo los efectos de la droga, buscando algo para robar que le sirva para comprar más “porquería”, lo convirtieron en un personaje indeseable, que suele sorprenderlos cuando lo encuentran husmeando dentro de sus casas.
Pero en estos últimos días, el problemático menor superó todos los límites. En menos de 24 horas fue sorprendido rapiñando en tres domicilios diferentes, tras lo cual terminó dos veces demorado en dependencias policiales, de las cuales salió sin problemas, siendo retirado por sus padres.
Sucede que en todas las ocasiones, los damnificados por el accionar del precoz ladrón se negaron a hacer la denuncia que hubiera permitido a las autoridades policiales retenerlo, a la espera de que la justicia aplicase alguna sanción y, sobre todo, la imposición de alguna terpia que le permita superar sus adicciones.
La primera incursión en la que fue sorprendido, ocurrió el viernes por la mañana en una vivienda de calle Santo Domingo al 800; pocos minutos después se metió a una casa en Frías Silva al 600, de donde salió custodiado por policías. Ya el sábado, otra vez lo detuvieron en un inmueble, a cuatro casas del anterior.
Según trascendió, los damnificados por las actitudes criminales del menor se negaron a hacer las denuncias, coincidiendo en la supuesta inutilidad que le atribuyeron a ese trámite, ya que consideraron que la condición de menor de edad lo liberaría de cualquier posible castigo.
Sobre esto último desde la Policía remarcaron la necesidad de que se modifique esa actitud, resaltando que aún cuando se trate de un menor, la justicia tiene herramientas para intervenir con medidas punitivas y solicitando la intervención de organismos públicos para tratar su adicción a las drogas.