Apremiado por la caída de reservas en un momento clave en la negociación con el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Gobierno busca acordar un préstamo por US$6500 millones con un fondo ruso-saudí, a fin de engrosar las arcas del Banco Central y quitar presión sobre el dólar.
La propuesta forma parte de las negociaciones que iniciaron esta semana el canciller Santiago Cafiero y el presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, con el canciller de Arabia Saudita, Faisal al Saud, y que tendrían una segunda ronda la semana próxima con una delegación de esos países.
La escasez de dólares en el Central lleva al Gobierno a buscar alternativas de financiamiento. Durante el gobierno de Cristina Kirchner, la opción fue el swap con China. Por estas horas se avanza en una propuesta técnicamente diferente.
Según indicó el portal La Nación, los US$ 6500 millones serían aportados en dos tramos en un período de tres años, a cambio de bonos y tenencias no líquidas del Banco Central.
El Gobierno busca cerrar el acuerdo con el FMI antes de fin de año
Mientras Cafiero y Massa avanzan con las negociaciones con el fondo ruso-saudí, el ministro de Economía, Martín Guzmán, busca terminar de definir los términos del acuerdo con el FMI antes de que concluya el 2021.
El Gobierno entró en tiempo de descuento para cerrar este acuerdo, que intenta reprogramar la deuda de US$44.000 millones que tiene con ese organismo multilateral de crédito. Se produce en momentos en que las reservas internacionales del Banco Central se ubican por debajo de los vencimientos que el país tiene que afrontar hasta marzo, según estiman distintos economistas.
Las negociaciones con el staff técnico se aceleraron y tienen una ventana de 20 días antes del receso por las fiestas de fin de año en el Fondo. Antes de la Navidad, se estima, se reunirá el directorio ejecutivo del organismo.
En esa instancia, no solo se puede definir la suerte del acuerdo con el país, sino que el organismo también analizará el pedido local, y que recogió el G20, de revisar las sobretasas que cobra a los países como la Argentina.
Para el 22 de diciembre, en tanto, vence la segunda cuota de capital del préstamo, por cerca de US$1900 millones, que el Gobierno aseguró pagará con los “fondos pandemia” girados por el FMI en agosto último.
El guiño de Cristina Kirchner y el apoyo del Papa fortalecen la posición de Martín Guzmán
En medio de las negociaciones entre el Gobierno y el FMI por la reestructuración de la deuda, Cristina Kirchner compartió una extensa carta para referirse al tema. “Es el titular del Poder Ejecutivo quien lleva adelante las negociaciones en ejercicio de su responsabilidad constitucional en esta materia”, dijo la vicepresidenta, entre críticas a los medios y a la oposición.
Además, destacó que, por la Ley de Fortalecimiento de la Sostenibilidad de la Deuda Pública, es el Congreso el que luego debe aprobar el eventual acuerdo y aseguró que “nadie está hablando de desconocer deudas”. En las últimas horas, Mauricio Macri y Elisa Carrió le habían pedido al Gobierno que “honre las deudas” de la Argentina.
Pocos días antes, Guzmán había sido designado por el papa Francisco como miembro de la Academia Pontificia de Ciencias Sociales del Vaticano.
Para el titular del Palacio de Hacienda, su vínculo con Francisco es estratégico de cara a la negociación que mantiene la Argentina con el FMI. Tanto es así que, después de cada una de sus reuniones, el Papa emitió declaraciones en favor de una “reducción significativa de la deuda de países empobrecidos”.
Ambas situaciones son interpretadas por el Gobierno como un respaldo hacia las negociaciones que Guzmán lleva adelante con el Fondo y podrían entrar en su recta final en el último mes del año.