Los especialistas coinciden: es necesario un chequeo médico posterior para quienes hayan cursado un cuadro grave de coronavirus. ¿Y si se tuvieron síntomas moderados? Para ellos se sugiere una visita para un control clínico. Respecto de los cuadros leves no se indican chequeos, aunque se recomienda una consulta con el médico de cabecera. También aseguran que es necesaria una evaluación cuando, después de haber cursado la enfermedad, aparecen síntomas graves como dolor en el pecho, debilidad, dificultad para respirar o tos, o en los casos en que haya síntomas que persistan más allá de las 12 semanas.
Cuando se habla de controles poscovid, no existe un paquete de medidas de chequeo médico estandarizado porque mucho depende de cómo la persona atravesó la enfermedad y los síntomas o secuelas que puedan persistir. “Cuando hablamos de Covid es muy importante educar a la población para que las personas sepan qué es el síndrome poscovid, cuáles son los síntomas que pueden aparecer y cuándo es necesario acudir al médico”, señala Flor María Ledesma, médica especialista en medicina familiar y jefa de Telemedicina de Medife.
Así, detalla que en las primeras cuatro semanas sucede el período de infección aguda; de cuatro a doce semanas, si persisten los síntomas, se habla de covid sintomático en curso; luego de las 12 semanas, se trata de síndrome poscovid, que es cuando persisten los síntomas y no son atribuibles a diagnósticos alternativos. “Hoy se calcula que habría casi 10 millones de personas en el mundo con síntomas persistentes asociados a la enfermedad, mientras que en la Argentina la cifra aproximada sería de unas 200.000″, dice Ledesma.
Sin embargo, para la doctora Cristina Freuler, jefa de medicina interna del Hospital Alemán, hablar de síndrome poscovid es complicado porque no existe una definición clara y los distintos países o sociedades científicas usan criterios diferentes. “No obstante, en general, se trata de pacientes que tienen síntomas que persisten luego de haber sufrido la enfermedad y que afectan su calidad de vida, pero no necesariamente se encuentran estudios de laboratorio o radiografías alterados por esta causa. Por eso es que no hay que pedirles a todas las personas todo tipo de estudios. Sino que, de acuerdo a los síntomas y al examen físico que haga el doctor, se define el análisis que se va a pedir”, explica.
Coincide Gabriel Lapman, médico cardiólogo, nefrólogo y especialista en hipertensión arterial, en que es importantísima la consulta con el médico clínico ante síntomas persistentes: “Acudir al médico es clave para que escuche el corazón, los pulmones y que interrogue al paciente. La base de la medicina es el interrogatorio, porque cuando uno habla con el paciente, cuando le pregunta cómo estuvo, cómo se sintió, ahí tiene el 90% del diagnóstico y puede orientar los estudios complementarios necesarios”, asegura.
Entre los síntomas poscovid persistentes, los más frecuentes son la fatiga, la tos, el dolor articular, el dolor muscular, el dolor de cabeza y la dificultad para respirar. Y estos sí requieren un control médico. Los estudios que se solicitan en estos casos están relacionados con los síntomas que aparecen. “Cuando hay dificultad para respirar o tos, es importante una radiografía de tórax, que nos puede mostrar si hay alguna lesión residual como fibrosis en la parte pulmonar. Si eso se confirma se pasa a una tomografía y espirometría. Desde el punto de vista cardíaco, si el médico detecta determinadas fallas como arritmia o taquicardia, entonces puede solicitar un electrocardiograma e incluso una prueba de esfuerzo”, explica Ledesma.
A esto se suma un análisis sanguíneo que puede incluir un conteo sanguíneo completo, y función hepática, proteína C reactiva, ferritina, natriurético tipo B péptido y función tiroidea. “Estos estudios permiten saber si la enfermedad está aún en fase aguda, identificar si hay daño en algún órgano y descartar otras patologías”, agrega.
Mientras que en los casos de pacientes que hayan cursado la enfermedad en forma grave, los estudios a pedir son los habituales en un chequeo general. “Se pide un hemograma para evaluar glóbulos rojos, glóbulos blancos, plaquetas, un hepatograma para ver cómo funciona el hígado, examen de creatinina y uremia para ver cómo funciona el riñón y un análisis de glucemia. También se pueden agregar marcadores de enfermedad activa como ser una eritrosedimentación o una proteína C reactiva o el análisis de la ferritina”, aclara la jefa de medicina interna del Hospital Alemán.
Además, se añaden los estudios específicos que determina el médico de acuerdo a lo que le ocurre al paciente. “Por ejemplo, si está con mucho cansancio y desgano se hace un análisis para ver la función de la tiroides, si sigue con tos y falta de aire se solicita una radiografía de tórax, si tiene taquicardia se pide un electrocardiograma y ecocardiograma”, describe Freuler.
Además, considera que, en estos pacientes, las secuelas emocionales son muy comunes, por eso es muy necesaria una consulta del paciente con un profesional para sentarse, conversar y explicar lo que le pasa. “Posiblemente la tranquilidad que infunde el profesional sirve para que pueda vivir esta transición, este poscovid que tiene mucho de carga emocional, de la mejor manera”, advierte.
En lo que se refiere a pacientes ambulatorios, según considera Freuler, si tuvieron síntomas leves no se necesita ningún control poscovid, mientras que si fueron moderados uno puede ofrecerle al paciente un control entre las cuatro y 12 semanas después de haber pasado por la enfermedad. “En este caso, se trata de un chequeo clínico que alcanza, si el paciente está sin síntomas, con un buen examen físico y, eventualmente, se puede solicitar un laboratorio básico”, explica.
Atención a las comorbilidades
¿Qué pasa con personas con enfermedades de base? Obesidad, diabetes, hipertensión insuficiencia cardíaca. Si la persona tiene alguna patología preexistente y tuvo el virus en forma leve, según considera la jefa de medicina interna del Hospital Alemán, en estos casos tampoco hace falta un chequeo médico completo. “Si quedaron sin síntomas, no hace falta que hagan nada en especial, pero se recomienda una consulta con el médico de cabecera, es decir, quien sufre hipertensión con el cardiólogo o el clínico que lo atiende, el que padece EPOC (Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica) con el neumonólogo, el HIV+ con el infectólogo. La idea es que quien lo conoce lo revise y si encuentra algo distinto a lo habitual pida un estudio dirigido a ello”, concluye.
En este punto, Lapman considera que hay que poner atención en los adultos mayores, sobre todo por las enfermedades de base. “Estamos ante una población muy enferma con hipertensión, diabetes, con enfermedades crónicas que de por sí hay que controlar y muchas veces no se controlan. Si se trata de una persona mayor con alguna comorbilidad y tuvo un cuadro severo de Covid o tiene síntomas prolongados, tiene que ir a una consulta específica con el especialista que trata la patología como neumonólogo, cardiólogo, para un control más exhaustivo, además de tratar los síntomas que hayan quedado poscovid”, asegura.
El especialista en hipertensión arterial pone énfasis en el control de las enfermedades de base, que son la principal causa de muerte. “Hablamos del 30% de la población mundial que muere a causa de enfermedades cardiovasculares, frente al 0,5% que se muere por Covid-19 hoy con la aparición de las vacunas. Es decir, las que pesan son las patologías crónicas y el estilo de vida”, subraya.
Además, afirma que estos chequeos también pueden ser una ocasión para promover la vacunación en aquellas personas que hayan tenido la enfermedad y no se hayan inoculado o no tengan el esquema completo.
Guía de chequeos médicos
Aplica para todas las edades.
Pacientes con síntomas persistentes: Es necesario un chequeo médico. Según el síntoma que presenten, el estudio puede incluir radiografía de tórax, tomografía, espirometría, electrocardiograma o ecocardiograma y, en todos los casos análisis de sangre completo.
Pacientes graves: Visita al médico clínico y análisis de sangre completo. Se pueden sumar estudios específicos si quedó alguna secuela, que determinará el profesional.
Pacientes moderados: Requiere visita al médico clínico.
Pacientes leves: No es necesario un control, aunque se sugiere una cita con el médico de cabecera.
Paciente con alguna enfermedad de base: Se recomienda acudir al médico especialista en la enfermedad de base que padece.
Por Silvina Vitale (Diario La Nación)