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El drama de los cadetes en Tucumán se profundiza día a día

La situación de miles de trabajadores en el servicio de mensajería, cadetería y delivery es crítica a raíz de la inseguridad y la precarización laboral

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Crecieron durante la pandemia y desde entonces son parte fundamental de la microeconomía en Tucumán. Muchos aprendieron las calles sobre la marcha, dejaron sus estudios, sus trabajos originales, se calzaron la mochila y a llevar y traer pedidos. Pero desde hace unos meses la situación es insostenible. Sin ir más lejos, esta semana se vivió por segunda vez en el año una situación increíble.

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Un grupo de trabajadores fueron por su propia cuenta a recuperar la moto que le habían robado a un compañero de PedidosYa. Cuando la Policía de Tucumán intervino y se lo llevó esposado al ladrón, quisieron lincharlo a golpe de puño: “¡Dejalo que al menos se saquen la bronca! ¡Dejalos que al menos lo hagan cagar!”, les gritaban a los efectivos policiales. La misma situación ya se había dado días atrás.

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Y hasta el gobernador Osvaldo Jaldo recibió a Martín Abraham, el delivery de El Turco atacado salvajemente con un machete que le quitó cuatro dedos de la mano izquierda y obligó al dueño de la sanguchería a eliminar el horario nocturno de reparto de comidas. Y hay mucho más: el problema básico es la inseguridad. Mandan a cadetes de casas de comida a barrios peligrosos y no les pagan, le sacan la plata, es bastante pesado el tema.

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El encuentro entre el gobernador Osvaldo Jaldo y el repartidor

Hay cadetes que no pisan Villa 9 de Julio, Villa Alem, después de las 18 ya no ingresan en ciertas zonas como Villa Urquiza o Villa Amalia. La precarización laboral es el otro drama de los miles de cadetes varones y mujeres que trabajan día y noche. Ningún cadete cobra en blanco. Hay quienes perdieron motos en Villa 9 de Julio y no pueden bajo ningún punto de vista sacar una moto en una concesionaria porque no tienen ningún papel.

En algunos lugares pagan 150 pesos la hora. Hay cadeterías que cobran 1400 pesos por semana para trabajar. Es el mínimo dentro de las cuatro avenidas. Hay que buscar que todas las cadeterías cobren lo mismo. Ante este escenario incierto para tantos trabajadores informales, estos trabajadores quieren regularizar el sindicato, lograr que todos puedan trabajar con facturas C, evitar que se tomen viajes individuales y se trabaje más con empresas.

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