El futbolista Steve Hodge tenía 23 años el 22 de junio de 1986. Inglés, nacido en Nottingham, era uno de los integrantes del seleccionado de Inglaterra en el Mundial de México, en 1986. Luego de la victoria por 2-1 de la selección argentina, Hodge consiguió uno de los mayores tesoros de la historia del deporte: la camiseta número 10 que Diego Maradona, autor en ese partido del “Gol del Siglo” y del “Gol de la Mano de Dios”, había utilizado en el encuentro disputado en el estadio Azteca.
Además, en el mismo reportaje, fue contundente sobre el futuro de la camiseta: “La he tenido durante 34 años y nunca intenté venderla. Tiene un valor sentimental increíble. Ha sido incómodo y desagradable (…) He visto artículos en Internet diciendo que quiero uno o dos millones y eso es mentira. Eso algo irrespetuoso y totalmente incorrecto. No está a la venta, lo aclaro”. Pero, evidentemente, el exjugador de Nottingham Forest, Aston Villa y Tottenham, entre otros clubes, cambió de opinión.
La subasta ya comenzó en la web de la compañía Sotheby’s y se extenderá hasta el 4 de mayo próximo. En la descripción del artículo, de marca Le Coq Sportif, indica: “La camiseta está en buenas condiciones generales consistentes con el uso intensivo, la transpiración y la actividad atlética. Ligero deshilachado en el dobladillo en la parte inferior delantera de la camisa y manchas menores en todas partes”.
También en charla con LA NACION, Hodge contó detalles de aquel día inolvidable: “Tenía la camiseta (de Maradona) en una mano, cuando entré en el vestuario había mucha gante: fisioterapeutas, medios, Bobby [Robson] estaba retando a algunos jugadores… lo último que iban a pensar era en si tenía una camiseta argentina o no. Nadie me dijo nada, la puse en el bolso y me la llevé…”.
Eliminado, el plantel inglés regresó a Inglaterra. Hodge, contratado por Tottenham tras el Mundial, se mudó temporalmente a Londres, pero guardó la camiseta de Maradona en el altillo de su casa de Nottingham durante 16 años. En 2002, el exjugador británico la cedió para su exhibición al Museo del Fútbol que se encontraba en Preston, al noroeste de Inglaterra. Luego de ocho años en ese sitio (cerró en abril de 2010), la camiseta fue mudada a Manchester, al nuevo Museo Nacional del Fútbol, donde se encuentra desde entonces. En los próximos, ese objetivo histórico tendrá nuevo dueño.