El Gobierno y los movimientos sociales alineados con la Casa Rosada desmienten la creación de un nuevo ministerio, el número veintiuno, que sería el de la Economía Popular. Sin embargo, el proyecto existe, pero las internas dentro del Frente de Todos paralizan su discusión. Así y todo, Alberto Fernández envió un guiño púbico sobre el tema. El domingo 1 de mayo, durante la conmemoración del Día del Trabajador, las organizaciones enroladas en la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP) reivindicaron sumar esa cartera al Gabinete Nacional “para reconocer institucional y económicamente a nuestro sector”.
Lo hicieron de manera escrita y oral a través del documento que leyeron en el acto central que se realizó en la Avenida 9 de Julio y Avenida de Mayo. La respuesta no se hizo esperar. El jefe de Estado, por redes sociales, escribió: “Debemos institucionalizar a quienes trabajan en la economía popular y regular su funcionamiento para que nadie quede en los márgenes de este proceso”.
Fue el primer gesto abierto del Presidente a la posibilidad de incluir el ministerio de la Economía Popular al gobierno nacional. Por ahora, en público, los actores se hacen los desentendidos y le bajan el perfil al reclamo y a la alternativa de sumar una cartera más a la administración pública. Pero puertas adentro la posibilidad no se descarta, no para este año, sino ante un eventual segundo mandato del ex jefe de Gabinete de Cristina Kirchner.
En diálogo con Infobae, Juan Grabois, el líder del Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE), recordó que la creación del ministerio de la Economía Popular lo propusieron por primera vez en 2011, sobre el final del primer mandato de Cristina Kirchner y explicó que esa cartera tendría como objetivo “institucionalizar las alternativas realistas para los excluidos de la ciudades y las ruralidades”.
Grabois, también referente del Frente Patria Grande, una agrupación política que cuenta en la Cámara de Diputados con tres representantes propios, destacó que al gobierno del Frente de Todos, espacio dónde él también abreva, le sigue reclamando “el Salario Universal y tierra para los pequeños productores y las familias sin techo”.
— ¿Qué opina del mensaje que envió Alberto Fernández diciendo que la economía se recuperaba y crecían la producción y el trabajo formal?
— Él hizo tres tuits. Yo le pido tres medidas. Mejor que tuitear es hacer.
—¿Y cuáles son esas medidas?
—Salario Universal, tierra para los pequeños productores y las familias sin techo y un ministerio de la Economía Popular para institucionalizar las alternativas realistas para los excluidos de la ciudades y las ruralidades.
Grabois, un dirigente social más “cristinista” que “albertista”, aunque se maneja y expresa de manera independiente, hace referencia, por ejemplo, a otro mensaje que por la misma red social publicó el jefe de Estado.
“En el Encuentro Internacional por la #ViviendaAmbienteYHábitatPopular expresé mi apoyo al proyecto de Ley Nacional de Producción Social Autogestionaria de Hábitat Popular. El mercado construye cuando hay negocios, pero tener un techo es una necesidad y, por lo tanto, un derecho”, escribió Fernández.
Fue ayer, después de la apertura del Encuentro Internacional por la Vivienda, el Ambiente y el Hábitat Popular, Desarrollado en el Centro Cultural Kirchner (CCK). Allí compartió la centralidad del panel con el titular de la Federación, Tierra, Vivienda y Hábitat, Luis D’Elia; el ministro Obras y Servicios Públicos, Gabriel Katopodis y la coordinadora del programa Cultura Sostenible y Buen Vivir, Ana Carolina Pont.
El mensaje de Fernández parecía dirigido al grupo de dirigentes sociales que también forman parte de la UTEP que repartían volantes que reclamaban por “una ley nacional de producción social autogestionaria de hábitat popular para garantizar el acceso a la vivienda y el hábitat”. Un proyecto de ley que desde hace al menos tres años pierde estado parlamentario poque no se trata.
La propuesta está firmada por las agrupaciones MOI, FTV, MTL, y entre otras, el Movimiento Social y Político Los Pibes-CTEP.
Ministerio e interna
Después del pedido de 2011 que Grabois recuerda que las organizaciones sociales le realizaron a la actual Vicepresidenta de la Nación, la posibilidad de la creación del ministerio de la Economía Popular recobró impulso en 2015. A mediados de ese año, Daniel Scioli se lo prometió a los dirigentes del Movimiento Evita. Pero para eso, el entonces gobernador bonaerense debía ganarle la elección presidencial a Mauricio Macri. El resultado es conocido. El deportista perdió ante el ingeniero en segunda vuelta y del ministerio de la Economía Popular no se habló más, al menos públicamente, hasta ahora.
El 28 de julio de 2015, Fernando “Chino” Navarro, uno de los referentes del Evita, (junto a Emilio Pérsico), y en ese tiempo diputado provincial del Frente para la Victoria le dijo a la agencia Télam que “crear el Ministerio de Economía Popular es unificar las políticas del sector para potenciar ese tipo de economía y así generar más riqueza buscando que los trabajadores incluidos en la economía popular tengan un ingreso más digno y más derechos”.
Gildo Onorato, secretario gremial de la UTEP y dirigente del Movimiento evita, explicó que el ministerio de la Economía Popular sería un organismo clave para organizar y planificar los distintos órganos que el Estado tiene “desperdigados” a lo largo de los distintos ministerios para desarrollar políticas más eficientes.
Entre ellas destacan el Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social; la Secretaría de Agricultura Familiar; la Secretaría de Economía Social (a cargo de Emilio Pérsico); la subsecretario de Promoción de la Economía Social y Desarrollo local -su titular es Daniel Menéndez- y entre otras, la Secretaría de Integración Socio Urbana (a cargo de Fernanda Miño, una dirigente ligada a Juan Grabois).
La actual tensión que existe en el frente gobernante obstaculiza la creación de un ministerio a la medida de las organizaciones sociales alineadas en la Casa Rosada. Se abriría una nueva puja para parcelar el área. Por un lado, las organizaciones más “albertistas” y mayoritarias, como el Movimiento Evita, y Somos Barrios de Pie, liderado por Daniel Menéndez.
Por otro lado, otras organizaciones sociales “cristinistas” también estarían en condiciones de pugnar por un representante de su espacio al frente del ministerio de la Economía Popular. Es el caso del Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE), liderado por Juan Grabois, un dirigente social que en más de una oportunidad expresó que no está interesado en ocupar cargos en el Estado y hasta ahora mantuvo esa palabra.
Una disputa de ese calibre en los tiempos que corren no haría más que hacer crujir con mayor intensidad las internas en el FdT.
Dejar la incorporación del hipotético ministerio para después de las elecciones de octubre de 2023 es una alternativa que, en principio, les cierra a todos los interesados, aunque el horizonte es lejano e incierto para un oficialismo que tiene en la economía su principal obstáculo.
Fernández observa con buenos ojos las reivindicaciones que realiza la UTEP, como por ejemplo la representación gremial de los trabajadores informales. De hecho, el ministro de Trabajo, Claudio Moroni, ya les otorgó la “Personería Social”. Fue durante un acto en el que estuvieron presentes los principales dirigentes de los movimientos sociales, el dueño de casa y el entonces jefe de Gabinete Santiago Cafiero.
Por el momento, el Presidente se encuentra arropado por los movimientos sociales afines. Sus principales dirigentes, como Pérsico, Navarro y Menéndez, no dudan en organizar marchas y actos para apoyar la gestión de Fernández, sobre todo cuando es golpeado con fuerza por el kirchnerismo, o golpear puertas para intentar dar vuelta elecciones.