Un ex empleado de allí llevó una denuncia a la Fiscalía 1 de Tucumán y la ratificó ante la UFI PAMI: expuso cómo ese sanatorio falsificó internaciones para cobrarle más al PAMI. Marcos Osores, ex empleado del Instituto Manuel Corbalán, dio detalles en Radios Tucumán de la metodología que utilizaba la institución. Comentó que con los datos de pacientes que tal vez recibieron atención y una receta, se pasaban al PAMI como si hubiesen estado internados.
Es que el organismo nacional paga por nómina y la maniobra denunciada demostró que en el sanatorio completaban mes a mes el cupo de internaciones para cobrar el 100%. Osores, aseguró que realizó la denuncia hace dos meses en la repartición correspondiente, “me dijeron que eso avanzaba lento, pero sigue sin haber novedades”. Motivo por el cual, tuvo que realizar una denuncia a nivel federal, “tuve que declarar nuevamente pero ahora sí hubo un avance en la causa. Se trata de un aparato armado desde hace muchos años”.
Como testimonio de toda la situación, aprovechó la ocasión para comentar el caso correspondiente a Manuel Malmierca, quien es esposo de la hermanastra del dueño del sanatorio, quien aseguró que jamás estuvo internado ni tampoco su mujer, Mónica Viaña. Entre los dos figuraban con 16 ingresos, que fueron facturados al PAMI, que no hizo ningún control al respecto.
Sobre el futuro de la causa aseguró que “queda todo en manos de la justicia, ya existía una denuncia previa. Esa estaba en foja cero, no se concretó nada; por eso acudí a los medios de comunicación para dar a conocer esta situación”. Como dato particular, el ex empleado resaltó que dentro de la institución “se vive en un ambiente familiar, se hace todo lo que dice el Doctor Corbalán. Él dice que es el padre de todos, es un ambiente raro”.
“Me pedían que estén todo el tiempo las camas ocupadas. A fin de mes había entre diez pacientes anotados como virtuales, le pedí explicaciones y no me las dio. Me fue quitando las funciones, y lo único que podía hacer era tomar café y leer el diario. Fue una situación angustiante, frustrante. Decidí renunciar porque era insostenible”, dijo. “Me cansé de ver el peregrinar a los abuelos que pedían el servicio, pero no se lo daban, porque ya estaban anotados los otros. Los datos no cuadraban y confronté a mi jefa”, agregó.