Alberto Fernández ya eligió a una reemplazante para Elizabeth Gómez Alcorta al frente del Ministerio de Mujeres, Géneros y Diversidad, luego de que la funcionaria diera el portazo en desacuerdo con el operativo desplegado por las fuerzas de seguridad en Villa Mascardi. Desde la Casa Rosada trascendió que el nombre de la sucesora se comunicará recién el lunes “junto con otros cambios que se definieron”. Es decir, que habrá más reacomodamientos de funcionarios.
Aunque en Balcarce 50 pretenden esperar 48 horas, comenzó a correr con fuerza la versión de que el Presidente podría ubicar al frente del Ministerio de Mujeres, Géneros y Diversidad a su portavoz, Gabriela Cerrutti, que ya tiene rango de ministra. Dos funcionarios relevantes del Gobierno reconocieron a LA NACION que esa es una alternativa firme para Fernández y que implicaría, a su vez, hacer un “reordenamiento” en el área de comunicación presidencial. “Hasta el lunes pueden pasar muchas cosas”, advirtió, no obstante, uno de ellos que mostró cautela por la dinámica propia de la coalición oficialista. Consultada por este medio, Cerrutti no confirmó la información.
Ayer, en tanto, tras oficializarse la salida de Gómez Alcorta, había tomado fuerza el nombre de María Cristina “Marita” Perceval, actual funcionaria del Ministerio, y de muy buena aceptación en el kirchnerismo. “Marita sería una gran elección”, dijo una importante fuente del Gobierno, que destacó “su enorme preparación en el tema”. Varios colaboradores sostienen que Gómez Alcorta la sugirió para sucederla en el cargo cuando se reunió con Fernández en Olivos el jueves para comunicarle su renuncia, luego de que el Presidente intentara retenerla sin éxito. Pero la opción de Perceval perdió fuerza con el correr de las horas.
Desde la tarde del jueves el Gobierno se vio sorprendido con un nuevo frente de tormenta por las diferencias que expresó Gómez Alcorta. Esa mañana la ahora exfuncionaria había hablado públicamente sobre lo sucedido en Mascardi y apuntó a que habían existido “graves violaciones a los derechos humanos”. Mientras desde el propio Gobierno se le bajaba el tono a sus críticas (sostenían que eran cuestionamientos “a la Justicia”), Gómez Alcorta se dirigía a Olivos, para avisarle al presidente que no seguiría en el cargo. Casi en simultáneo, en conferencia de prensa, la propia Cerruti negaba que fueran a haber cambios de Gabinete.
Pero el de Gómez Alcorta no es el único cambio que deberá resolver Fernández, que siempre fue reticente a los cambios de gabinete, aunque la mayoría de sus ministros originales ya se fueron, muchas veces de forma intempestiva. El Presidente debe definir el sucesor de Juan Zabaleta en el Ministerio de Desarrollo Social, que ya tiene la decisión tomada de irse para recuperar el control de su pago chico, Hurlingham, pero que quiere hacer una salida prolija del Poder Ejecutivo.
La salida de Gómez Alcorta
Gómez Alcorta venía de ejercer la función privada, durante los cuatro años de macrismo, en un estudio jurídico, con el hoy secretario de Justicia, Juan Martín Mena, como uno de sus socios. Antes había pasado por el CELS y por el Ministerio de Justicia, durante el segundo gobierno de Cristina Kirchner, como responsable del programa Verdad y Justicia, vinculado a juicios por delitos de lesa humanidad y también como querellante por el Estado en el debate oral y público por el encubrimiento del atentado a la AMIA.
Entre sus casos más emblemáticos como abogada, Gómez Alcorta fue la defensora de la dirigente de la Tupac Amaru Milagro Sala y del líder de la RAM, Facundo Jones Huala, quien desde comienzos de este año está prófugo de la justicia chilena. También, el que encabezó a comienzos de 2019 cuando denunció al entonces gobernador de Tucumán Juan Manzur, porque desde el Estado provincial se opuso a que se le practique la interrupción legal del embarazo (ILE) a una nena de 11 años que había sido violada por su abuelastro.
Precisamente el arribo de Manzur a la jefatura de Gabinete, en septiembre del año pasado, ocasionó la primera rispidez de la ahora ex funcionaria, con el presidente Fernández, que al día siguiente del anuncio de quien se convertiría en jefe de ministros, la convocó a Olivos para respaldarla. Una escena, aunque con diferencias, similar a la que se dio este jueves por la tarde, pero con un final completamente distinto.